CIPOLLETTI (AC).- La lluvia y las malas condiciones climáticas intensificaron los problemas en la escuela primaria del barrio Santa Clara de esta ciudad.

Aunque parezca increíble a esta altura de las circunstancias, uno de los principales inconvenientes es que el edificio cuenta con los baños afuera y para acceder es necesario cruzar el patio que está descubierto.

Los padres aseguraron ayer que, durante los días de heladas, las cañerías se congelaron y que desde el Consejo Provincial de Educación (CPE) les mandaron tres bidones de agua para los 145 niños que concurren en ambos turnos.

Pero los problemas no se terminan acá. "El tanque de agua que abastece a la cocina del establecimiento no tiene tapa y una inspección de bromatología dijo que no estaba en condiciones para funcionar", dijo una mamá que envía a su hijos a esa escuela.

Comentó que el comedor funciona en una de las aulas que, en el turno tarde, no se utiliza y que el sector de la cocina -que también está afuera- es muy chico para atender la demanda de los niños. "Muchos alumnos necesitan sí o sí comer en la escuela porque algunos vienen del sector de chacras", recalcó la mujer.

Informó que desde que comenzaron las clases están reclamando respuestas al CPE. Allí les dijeron que "para este año no tienen proyectos, ni presupuesto para la escuela".

Los problemas del edificio no son nuevos. A fines del año pasado, la escuela también fue noticia.

Desde el 2002, cuando comenzaban los primeros días de calor intenso, tenían problemas con el agua y las clases debían ser suspendidas.

Luego de muchos reclamos los padres lograron que el problema se solucione. "A medias -comentó ayer uno de ellos- porque pusieron las cañerías de PVC por afuera y no las recubrieron con nada. En los días de helada se congelaron".

Comentaron también que cuentan con los materiales y la mano de obra para realizar la tarea pero que el CPE no les permite realizarla.

Finalmente y para demostrar que el reclamo "no es un capricho", informaron que uno de los calefactores tiene la salida hacia una de las aulas "con el riesgo que esto significa para los niños", sobre todo cuando en esta época se recomienda tener cuidado con estas instalaciones.

Los padres sienten que el establecimiento es discriminado y que las soluciones que demandan demoran por lo general muchísimo más que lo que demoran las respuestas para escuelas céntricas.