SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El Hospital Zonal recibió la cama de anestesia de baja complejidad, adquirida con fondos propios y reabrió uno de los quirófanos paralizados por falta de instrumental.

Con la incorporación del nuevo equipamiento, los directivos del nosocomio resolvieron terminar con la derivación de pacientes al sector privado y reanudar las operaciones programadas más demoradas por la crítica situación vivida en los últimos diez días.

Pese a estos avances, el hospital "Ramón Carrillo" seguirá funcionando con dificultades hasta que reciba alguna de las dos camas de anestesia de alta complejidad, indispensables para reequipar los quirófanos y afrontar las intervenciones quirúrgicas más complejas. También espera la renovación de los respiradores que ya no resisten más reparaciones.

En las últimas dos semanas la institución se limitó a atender las operaciones de emergencia "no trasladables" y tuvo que derivar más de diez pacientes a los sanatorios privados de la ciudad.

A principio de mes se rompió la última mesa de anestesia de alta complejidad en uso -que por cierto era ve

tusta y ostentaba varias reparaciones- lo que obligó a cerrar dos de los tres quirófanos del hospital. Para peor el quirófano de emergencia siguió funcionando con un equipo de baja complejidad muy antiguo y reparados en condiciones límites.

La crítica situación -y la toma de estado público del problema- aceleró las decisiones del Ministerio de Salud que trabaja en la adquisición de uno de los equipos requeridos para garantizar el normal funcionamiento del nosocomio de cabecera de la zona Andina.

También movilizó a la Asociación Cooperadora del "Ramón Carrillo" que se comprometió a adquirir la segunda cama de anestesia necesaria para reequipar la institución.