CORRIENTES (Télam).- Dos hombres fueron condenados ayer a 25 años de prisión y una mujer a ocho en el juicio oral por el secuestro extorsivo de Cristian Schaerer, el joven correntino que fue capturado en setiembre de 2003, y pese a que se pagaron más de 270 mil dólares de rescate, su paradero aún se desconoce.

En el mismo fallo, el Tribunal Oral Federal de Corrientes absolvió a la cuarta persona que había llegado al primer juicio oral, Pamela Ramos, y ordenó su inmediata libertad. Los jueces encontraron culpable a Néstor Horacio Barzuck del delito de "secuestro extorsivo", por lo que le aplicaron una pena de 25 años de cárcel.

La misma pena recayó sobre el abogado Angel Pedro Barbieri, encontrado culpable del delito de "partícipe necesario de secuestro extorsivo". Mientras que en el caso de la ex pareja de éste, Judith Alvarenga, el tribunal modificó la acusación de la fiscalía y la querella y la consideró "partícipe secundario de secuestro extorsivo", y le impuso el máximo de 8 años de prisión.

El primer juicio por el secuestro de Cristian, culminó ayer luego de más de ocho meses de debate, durante los cuales pasaron frente al tribunal más de 100 testigos. Desde hora temprana, el clima en las adyacencias del edificio de los tribunales federales de Corrientes, mostraba un movimiento inusual.

Las medidas de seguridad reforzadas, el continuo ir y venir de periodistas y la congregación frente al acceso al tribunal de aquellos que querían estar presentes a la hora de la lectura de la sentencia, marcaban un ritmo diferente a ese sector del centro de la capital correntina.

La audiencia se inició a las 10.35, apenas cinco minutos después del horario previsto, ante una sala colmada de familiares, amigos y allegados a la familia de Cristian y numerosos medios periodísticos de distintos lugares del país, que cubrieron las alternativas del juicio.

Pocos minutos antes del ingreso de los integrantes del tribunal, accedieron a la sala los acusados. Judith Alvarenga llegó vestida de pantalón y casaca de jeans y con el mismo rostro imperturbable que mostró durante la casi totalidad del juicio. El abogado Barbieri, con impecable saco azul, pantalón gris, camisa blanca y corbata al tono del saco, evidenciaba cierta suficiencia, mostrándose sereno y hasta casi desafiante.

Pamela Ramos fue la más tranquila de todos, dado que sabía que su tiempo en la cárcel había llegado a su fin, ya que al no haber sido acusada ni por la querella ni por la fiscalía, al tribunal no le quedaba otro camino que su absolución. Y finalmente Barzuck, vestido con el mismo jeans y camisa a cuadros que usó durante las últimas audiencias, apareció como el más compungido.