ROCA (AR).- Es sabido que los evadidos suelen recurrir a todo su ingenio para evitar ser recapturados. Pero seguramente ninguno de los policías que realizaron un procedimiento ayer en esta ciudad, habrían imaginado lo que finalmente hallaron: en un pozo de un metro y medio de profundidad, con una tapa de madera forrada en nailon y con tierra arriba como para camuflarla en el patio de una vivienda, encontraron a un peligroso fugado con cinco condenas en su haber, y que se encontraba prófugo desde 2005, cuando escapó de la U11 de la capital neuquina.

Se trata de Walter Nolberto "El Gusano" Rivera (24 años), quien sumaba quince años y medio de condenas. El hecho más grave por el que fue acusado, fue el del robo y posterior homicidio del comerciante neuquino Jorge Enrique Olave Correa, ocurrido en el barrio La Estrella de Neuquén. La víctima fue asesinada delante de su hijo de 11 años, el 26 de junio de 2003.

Desde el año 2005, el paradero de "El Gusano" Rivera era un misterio. Tras la fuga, los operativos se trasladaron a la zona de Valle Medio, de donde el delincuente es oriundo. Por con el correr de las semanas, los controles se fueron relajando hasta suspenderse definitivamente.

Pero durante los últimos días, integrantes de la Brigada de Investigaciones de la comisaría Tercera de Roca, observaron movimientos sospechosos en una vivienda del barrio Malvinas.

Fue así que a las 8 de ayer se llevó a cabo un procedimiento en una vivienda ubicada en la cuadra de Suiza al 2.400.

En el patio llamó la atención que había tierra removida.

Cuando comenzaron a correrla, se encontraron con que debajo de la tierra suelta había un nailon, y que debajo de éste, una especia de tapa de madera.

Al retirarla, descubrieron un pozo y que en el interior había un hombre.

Si el hallazgo sorprendió a los policías, mucho más fue la reacción que adoptó el sujeto hasta ese momento desconocido. A los golpes la emprendió contra los integrantes de la brigada, que no alcanzaron a salir de su asombro cuando ya comenzaron a recibir las primeras trompadas.

Y tan violenta fue la resistencia de la persona que estaba en el pozo, que al menos tres policías sufrieron lesiones de diferente magnitud, aunque ninguna de gravedad.

Sin embargo, el sujeto no pudo evitar la detención. Luego se comprobó que el pozo tenía un metro y medio de profundidad y unos 60 centímetros de ancho.

De inmediato se lo trasladó a la comisaría Tercera, donde dijo llamarse Walter Daniel Güelmes y que tenía 22 años.

Se le tomaron sus huellas dactilares y una comisión viajó a la capital neuquina. El cotejo realizado en la oficina de Coordinación Operativa de la Policía de esa provincia, confirmó que se trataba de Rivera. Ahí se ratificó que se trataba de un delincuente peligroso.

En las próximas horas, el recapturado será trasladado a Neuquén.