El básquet argentino tuvo anoche otro capítulo de gloria: Emanuel Ginóbili y Fabricio Oberto se consagraron campeones de la NBA con San Antonio Spurs. En una final sin equivalencias, los Spurs barrieron a Cleveland, que dio la gran sorpresa de la temporada cuando venció a Detroit, pero se quedó sin respuestas en la definición.

El 83-82 que se selló en los primeros minutos de hoy sirvió para ratificar la superioridad de los "hombres de negro", que edificaron un incuestionable 4-0.

Como en el tercer punto, los dos arrancaron imprecisos. Tomaron lanzamientos apresurados y hubo pronósticos de goleo muy bajo. El local no dependió tanto de LeBron James y fueron varios los que anotaron; mientras que Tony Parker mantuvo a tiro a los texanos.

El primer quiebre del partido llegó a partir de una marca registrada de los Spurs: la defensa. Cleveland apenas anotó 14 puntos en el segundo parcial y a San Antonio le alcanzó con poco para ir en ventaja al descanso largo. En ese lapso, Manu finalizó con 9 y Oberto con 2.

A la vuelta nada cambió. Al enorme trabajo en su llave se le agregó el gran trabajo de Parker, quien empezó a encaminarse al MVP. El base francés fue letal y apareció cuando su equipo más lo necesitaba.

Ginóbili metió un triple clave en el arranque del cuarto, que sirvió para encarar el escape, que por momentos fue de 12, pero finalmente se cerró por 8 (60-52).

Un par de apariciones del gran LeBron hicieron revivir a Cleveland, que metió un parcial de 9-0 en los primeros dos minutos del último cuarto. A la efectividad de su estrella, el dueño de casa le agregó defensa.

Marcó como nunca en la serie y el "Quicken Loans

Arena" explotó cuando el tablero marcó 63-62. Por primera vez, la gente puso toda la música en Cleveland, la capital nacional del rock and roll.

Pero los "parlantes" aflojaron en el final y mucho tuvieron que ver los argentinos. Puntos muy oportunos de Manu, pero también de Oberto, le dieron paso a una nueva luz en el partido. San Antonio se escapó a 6, con 1 minuto por jugar y el campeonato quedó más cerca que nunca.

Con el aliento de su público, los Cavs se jugaron las últimas chances en una final que nunca les fue favorable. San Antonio fue superior de principio a fin y lo coronó con otro anillo en un año impar.