Domingo 10 de Junio de 2007 Edicion impresa pag. 49 > Deportes
"¡Ferrari, erralo porque no salen de acá...!"
Un penal que no fue le dio el empate a River y desató la furia en Mataderos.

Un inexistente penal convalidado por Rafael Furchi en tiempo de descuento le permitió a River empatar 2 a 2 ante Nueva Chicago, provocando un inmenso escándalo entre jugadores de ambos equipos, el cuerpo técnico de los de Mataderos y el árbitro y sus asistentes.

La jugada que provocó la furia de jugadores, cuerpo técnico e hinchas de Nueva Chicago se produjo en el primer minuto de descuento del partido, cuando Farías fue derribado antes de ingresar al área. El delantero cayó dentro del área y provocó que Furchi marcase el penal. El árbitro fue hacia el asistente Carlos Kualiza y éste le ratificó que la infracción había sido dentro del área.

Los jugadores de Chicago y su entrenador Carlos Ramacciotti arrinconaron contra un sector a Furchi y Kualiza, para que modificasen su decisión, pero éstos, lejos de atender los reclamos, se mantuvieron firmes. Pero todo se descontroló cuando se sumaron los jugadores de River. Entonces ocurrieron fuertes cruces verbales y manotazos. Incluso Lussenhoff y Ramaciotti estuvieron a punto de llegar a las piñas. También Juan Pablo Carrizo.

Después de 18 minutos, Ferrari con un derechazo puso la pelota contra el palo izquierdo del arco defendido por Navarro Montoya. Pero el penal debió patearse de nuevo porque Carranza, quien había sido reemplazado, se metió en la cancha y el penal debió volver a ejecutarse.

Mientras, Ferrari se dirigía nuevamente a la pelota, pudo escucharse claramente cuando Ramaciotti le gritó: "Ferrari, erralo porque no salen de acá". Pero el jugador sacó un derechazo cruzado que se metió junto al palo izquierdo.

El partido siguió un par de minutos más hasta que Furchi decidió terminarlo. Luego hubo incidentes y varias decenas de detenidos.

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