FRANCISCO N. JUAREZ
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" Una isla para Anchorena. La fotografía de esta columna reproduce parte de un viejo plano de principios de la segunda década del siglo XX, que pertenece a expedientes del Archivo y Copistería de Catastro de Neuquén y reproduce los contornos de la muy turística Isla Victoria. El dato curioso del plano está señalado en la superficie del territorio insular enclavado en medio del lago Nahuel Huapi, donde se lee: "Concedido en arrendamiento (a) A. de Anchorena por decreto de abril 11 de 1902". Más curioso aún es descubrir que la fecha es demasiado inmediata a que el adjudicatario estuviera en la región. Es que acababa de conocerla y dejarla el 23 de marzo anterior en agitado viaje de nueve días en bote, Limay abajo (entonces con peligroso rápidos). ¿Cómo se consiguió en tan pocos días la voluntad política para que se le adjudicara la isla nada menos que con un decreto elaborado con tamaña vertiginosidad y que llevó la firma del ministro de Agricultura y Ganadería y del presidente de la Nación?
" El Dr. Lamarca no estuvo. El viaje del joven deportista y millonario Aarón de Anchorena, el primero a considerarlo netamente turístico en la región, lo emprendió el 18/12/1901 con destino a Chubut junto a sus amigos Esteban Lavallol y el Dr. Lamarca (para grandes travesías a caballo, caza mayor, escalamientos, camping obligado, múltiples navegaciones y rafting en bote por el Limay desde Nahuel Huapi a la Confluencia). Lamarca interrumpió aquella aventura para atender sus labores profesionales en Buenos Aires, no desembarcó en las islas del gran lago y no pidió adjudicación de arrendamiento alguno.
" El perito adjudicador. El 30 ó 31 de marzo de 1902 Aarón Anchorena y Esteban Lavallol arribaron a la Confluencia para tomar el tren en la estación Neuquén y encontraron al perito Francisco P. Moreno, quien ya iniciaba otro viaje a lomo de mula al Nahuel Huapi. Fue allí que los viajeros le señalaron su encantamiento con la región de los lagos y le pidieron que el ministerio respectivo les adjudicara en concesión las islas del lago (porque la Victoria no fue la única solicitada). Moreno debió dar allí mismo el sí y hasta telegrafiarlo inmediatamente a Buenos Aires antes de partir con rumbo sur, ya que el decreto, en el caso de la Isla Victoria, fue suscripto apenas diez días después.
" Reservas para el futuro parque. La serie de planos de la región de Nahuel Huapi que guarda el Archivo y Copistería de Catastro de Neuquén no sólo muestra la Isla Victoria como adjudicada a Aarón Anchorena, sino aparecen con un coloreado común cada superficie que el decreto del 11 de abril de 1909 reservó para un futuro parque (que en 1922 sería Parque Nacional del Sud y en la década siguiente Parque Nacional Nahuel Huapi), cuando el único antecedente en ese sentido que le precedía era el pedido de 1901 que había hecho (y no resultó satisfecho) el gobernador del Territorio Nacional de Misiones, Juan José Lanusse, para que se reservaran las tierras circundantes a las Cataratas del Iguazú. En el caso de que se trata, resalta el lago Traful, el único que tuvo reservada desde entonces, una ancha franja circunvalante de la totalidad de sus orillas, y otro tanto sucedió con los flancos del Brazo Blest, pero sin incluir su puerto, entonces con modesto muelle, apeadero y parador que detentaron sucesivamente Wiederhold y Cía, Hube y Achelís, la Chile Argentina y por último la empresa de Primo Capraro.
" La Huemul, para Esteban. En la misma serie, uno de los planos aludidos señala a la hoy denominada Isla Huemul, como pedida "en arrendamiento por Esteban Lavallol", es decir, el compañero de viaje de Anchorena. Y aunque no le fue inmediatamente adjudicada (la petición permaneció pendiente varios años), el dato sirve para señalar un estilo de usos y costumbres gubernamentales de entonces. Conviene recordar que esa isla habitada por la familia Güenul, había sido bautizada el 29 de diciembre de 1883 por el teniente de la Armada Eduardo O'Connor, como "isla General Villegas".
