NEUQUEN (ACE).- El fotógrafo Gabriel Oyarzo ampliará la denuncia ante la Justicia por consejo de organizaciones gremiales y organismos de derechos humanos, tras la amenaza sufrida por el hijo del coronel (re) Jorge Molina Ezcurra.

Oyarzo dio a conocer que el agresor se llama Marcelo Jorge Molina, y que figura como el dueño del Peugeot negro con vidrios polarizados que lo persiguió el viernes para advertirle que debería comprarse una cámara acuática porque terminaría sacando fotos abajo del agua.

El hijo del militar que está siendo investigado por su presunta participación en el centro de torturas "La Escuelita" de Neuquén en 1976, vive en la provincia de Neuquén, de acuerdo a constancias conocidas por Oyarzo. "Es gravísimo lo que pasó, en nuestra opinión fue una amenaza de muerte y por ello vamos a ampliar la denuncia", dijo ayer Analía Freund, secretaria general del Sindicato de Prensa de Neuquén.

Freund, que acompañó a Oyarzo en la presentación inicial del reportero gráfico ante la fiscalía de coordinación, detalló que "nos preocupó que ante un hecho grave, y sabiendo que se podía acompañar con la denuncia fotografías del hecho, la fiscalía no solicitó estas pruebas. Queremos urgente el esclarecimiento y llegar al final del caso", dijo.

En opinión del SPN; "la represión y los grupos represivos siguen intactos: por la forma en que fue dicha la amenaza, por la impunidad con la que se manejó el hijo del represor en las puertas de la fiscalía cuando prepoteó a Oyarzo frente a la guardia policial", detalló.

La ampliación de la denuncia se intentará radicar en la fiscalía de graves atentados contra las personas. "Queremos que la causa se tome con la seriedad que corresponde: sabiendo que habían fotos no se las pidieron; ni se tomaron otras medidas urgentes", reiteró.

Por su parte, Oyarzo insistió en que "si me pasa algo, todo tiene nombre y apellido: el que me amenazó se llama Marcelo Jorge Molina".

Oyarzo agradeció el acompañamiento y la solidaridad del SPN, de otras organizaciones gremiales que lo asistieron, de los organismos de derechos humanos, y compañeros de trabajo que le dieron a conocer su respaldo. Dijo estar más tranquilo luego de que fue agredido por Molina cuando Oyarzo realizaba su trabajo sacando fotos en el juzgado Federal, donde el militar (re) Molina Ezcurra fue indagado por delitos de lesa humanidad.

El fotógrafo aseguró que además de las fotos para aportar a la justicia buscará entrevistarse con el juez Guillermo Labate, para solicitar la filmación de las cámaras apostadas al ingreso del Juzgado, y la colaboración de la policía federal como testigos de la primera agresión recibida en la sede judicial.

"Me equivoqué cuando dije que esta gente amenazaba como hace 31 años atrás; porque ahora la diferencia es que hay medios, compañeros, organismos y un montón de gente que expresa su solidaridad y su opinión en contra; diferente es de hace tres décadas cuando nadie se quería meter y el que se metía pensaba que estaba en problemas", dijo.