NEUQUEN (AN).- Un preso de la Unidad de Ejecución Penal II de Roca llegó ayer alrededor del mediodía a Neuquén para visitar a su papá que está enfermo en una zona aledaña al barrio La Sirena de esta ciudad. Lo hizo en un móvil de la Policía de Río Negro y acompañado de efectivos de esa provincia quienes se encargaron de la custodia. Pero en un descuido y cuando el encuentro ya se había producido el preso corrió libre por un descampado y desapareció entre los viejos frutales de La Sirena.
El fugado fue identificado como Sócrates Muñoz, quien purgaba una condena por hecho que se produjo en la vecina provincia.
El caso erizó los pelos de las autoridades de la Policía neuquina pues el móvil de sus colegas de Río Negro no avisó al Comando Radioeléctrico que habían llegado a Neuquén con un delincuente, una medida habitual cada vez que se traspasan jurisdicciones.
El hecho se produjo entre las 11 y las 13 y está siendo investigado por la comisaría 41de esta ciudad, a partir de los datos proporcionados por los frustrados custodios. En este contexto, efectivos de las dos provincias montaron operativos de rastrillaje que al cierre de esta edición no habían dado resultados.
De fuentes policiales se supo que tal vez por vergüenza el personal rionegrino se mostró reacio a informar en qué circunstancias se produjo la fuga y tampoco hubo explicaciones de porqué no informaron sobre su presencia en Neuquén.
Oficialmente se supo que la fuga se produjo en una humilde vivienda de La Sirena, cercana a Los Polvorines.
La Policía de Río Negro no las tiene todas consigo a la hora de movilizar presos. Hace algo más de un mes, dos hermanos que estaban detenidos en la cárcel de Roca aprovecharon un permiso que les dieron para ir al velatorio de un familiar y se fugaron delante de los siete policías encargados de custodiarlos. El hecho se produjo el barrio Costa Linda de Fernández Oro y la maniobra fue rápida que ninguno de los uniformados logró reaccionar.
Allí, los presos Ismael y Horacio Valdez se escaparon en moto, llevándose dos pistolas 9 milímetros y una escopeta recortada. El segundo de ellos fue recapturado recién esta semana, luego de un allanamiento realizado en Centenario.