PARIS.- Los comunistas podrían tener que vender su sede para seguir a flote. Los socialistas se niegan a aceptar su declinación. La margen izquierda de París, tradicional bastión izquierdista, está repleta de avisos con lemas de la derecha gobernante. Y la izquierda francesa podría recibir un golpe más duro todavía hoy si se cumplen los pronósticos y el electorado sienta las bases para darle una amplia mayoría legislativa al presidente Nicolas Sarkozy.

La votación es crucial para que Sarkozy pueda sacar adelante sus proyectos de reducir impuestos, combatir la inmigración ilegal y limitar la capacidad de los sindicatos de declarar huelgas. Las encuestas indican que el partido de Sarkozy acentuará su dominio del Parlamento y se empieza a hablar de un "Sarko- Estado'', en el que el mandatario podrá hacer lo que le venga en gana.

El interrogante no es si a la izquierda le irá mal, sino qué tan mal le irá, y las enseñanzas que dejará esta derrota. Muchos dicen que convencerá finalmente a la izquierda de hacer un giro hacia el centro, como han hecho tantos otros partidos izquierdistas europeos en esta era de mercados libres que trascienden las fronteras. La propia Ségoléne Royal, la candidata socialista derrotada por Sarzoky en las recientes elecciones presidenciales, admitió esta semana: "Debemos ser realistas''.

Las encuestas indican que el UMP de Sarkozy obtendrá entre 370 y 430 bancas en una Asamblea Nacional de

577 asientos. En la actualidad tienen 359.

Los socialistas obtendrían entre 110 y 140, en comparación con los 149 que tienen ahora.

El centro, muy dividido y que apoyó mayormente a Sarkozy, conservaría entre 20 y 30 bancas. Los comunistas se quedarían con una decena y los verdes con dos o tres. El Frente Nacional del político de extrema derecha Jean-Marie Le Pen no estaría representado.

Hoy se efectuará la primera ronda de votaciones, que dará una pauta de la tendencia del electorado. La segunda ronda se realizará el 17 de junio. Todo candidato que reciba más del 50% de los votos obtiene una banca.

Los que no lleguen al 50% van a una segunda vuelta, siempre y cuando hayan recibido más del 12,5%.

El tema central de esta votación es el estado del Partido Socialista. "Ya están derrotados'', afirmó Gerard Grunberg, del Instituto de Ciencias Políticas de París. "La prioridad es comenzar a reflexionar acerca del papel del socialismo en un mundo globalizado y una sociedad individualista''. Se especula que se avecina una dura batalla por el liderazgo del partido entre Royal y otras figuras prominentes, como el ex ministro de finanzas Dominique Strauss-Kahn, quien aspira a seguir la línea del Partido Laborista inglés de Tony Blair. (AP)