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Domingo 10 de Junio de 2007
 
Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
El extraño mundo de Jack (Black)
Jack Black es uno de los actores cómicos más interesantes de Estados Unidos. En los videoclubes de la región se acaban de estrenar dos películas que lo tienen como protagonista: "Tenacious D: delirios de fama" y "Nacho libre". Aquí, un perfil del personaje que instaló en Hollywood un

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No sería tan extraño suponer que Jack Black, el genial comediante de "Escuela de rock" y "Nacho libre", haya estipulado algún tipo de contrato con el diablo. Si no, pues, no se explica. ¿O sí? Veámoslo desde este lugar, Jack Black es la suma de sus contradicciones y, acaso por eso, nos cautiva: regordete, sin embargo, poderoso, lleno de una vitalidad alimentada más con creatina que con hamburguesas triples de McDonald's, las cuales evidentemente consume por miles; antipático, aunque barnizado por una capa de ternura y singular fragilidad que a uno le provoca ganas enormes de desearle lo mejor; excesivo hasta el hartazgo (cosa que se puede evidenciar en su filme más reciente dedicado a su banda de rock Tenacious D"), pero con la particularidad de que su locura nunca llega a colapsar.

Los espectadores soportamos sus delirios místicos (una característica que también define en ocasiones a Jim Carrey) hasta que el vendaval comienza a perderse como una tormenta de verano en el Caribe. Al final del cuento sólo queda su humor y una historia que merece ser contada.

Black comenzó hace ya un rato su camino "solista" por la vertiginosa senda del cine de Hollywood. No duró demasiado como compañero de cámara o ilustre segundón. De hecho pudo haber sido como tantos otros actores talentosos destinados a una gloria efímera.

Varios años atrás, Black ocupó con dignidad su segundo plano a la espera de mejores ofertas. Fue, por ejemplo, el empleado obsesivo de John Cusack en "Alta fidelidad", aquel "enfermito" que echa de la disquería en la que trabaja de una patada a un fan de la música pop.

Además, ¿se imaginan un filme que reúna a dos seres tan particulares como Bruce Willis y el propio Black? Bueno, esto sucedió en aquel thriller de relativa calidad como fue "El chacal". En una de las escenas colaterales, muy colaterales, se los veía a Jack y al Chacal probando una poderosa arma de guerra. "Movete un poquito más a la izquierda", le indica el asesino al inventor del aparato justo

antes de volarle la mano de un disparo, el primero de muchos que luego lo dejarían como un coladora humana.

La venganza de los nerds

Jack interpreta a la perfección su rol de desquiciado mental, un ser alimentado con las principales vitaminas de la sociedad norteamericana que, sin embargo, esconde algo bajo la manga. Porque en el fondo, su causa actoral tiene mucho de venganza: la de los nerds, se entiende.

En los extras a los que uno puede acceder en el DVD "Escuela de rock", aparece Jack dando cátedra de su almuerzo favorito, otra forma de establecer su tipología de producto torcido "Made in USA".

El desglose de la capacidad nutritiva de una hamburguesa completa es una pequeña obra picaresca de su parte dedicada al mundo post capitalista: ¿Qué puede ser más nutritivo?, se pregunta Jack en cámara: carne de primera calidad (feta de lomo mega congelado), lácteos (feta de queso fundida), verduras (salsa de tomates concentrada) y... finalmente... jugo de frutas (gaseosa con edulcorante de naranja).

Este juego entre realidad y actuación ha transformado a Black en un personaje distinto del resto de su generación. Alguien que se trasciende a sí mismo y a los límites que lo separan, por ejemplo, de Brad Pitt o Leonardo Di Caprio.

Sus últimas dos películas conforman una suerte de elogio a su personal lucha en tanto actor. Porque Black desea alcanzar la fama pero a su modo. Tocar el cielo con las manos bajándolo un poco bien agarrando de las barbas de San Pedro.

En "Nacho libre" interpreta a un nada convencional franciscano que en primera instancia pretende transformarse en un tipo exitoso y adinerado mediante el ejercicio de la lucha libre profesional. Con el pasar de las horas Nacho se da cuenta de que para realmente triunfar en la vida se debe pelear por motivos más nobles que un traje de seda, la

rubia platinada o el coche kilométrico.

A pesar de la sotana con la que el personaje va de un lado al otro, uno no deja de percibir el tono de rebeldía que atraviesa la película. Porque Nacho, en el fondo, no tiene problemas en dejar el celibato para convertirse en el padre de los hijos que le dará no cualquier mujer sino otra joven y bella religiosa. El momento en que Nacho endurece sus glúteos con el propósito de impresionar a su colega femenina lo instala definitivamente entre los mortales aunque sus propósitos sean divinos.

Zapando con el diablo

El año pasado Black le comentó a la periodista de "The New York Times", que su nuevo filme "Tenacious D: the pick of destiny", no era otra cosa que la historia acerca de cómo su banda se había transformado en la más grande agrupación del rock de la historia. Era una broma, claro... bueno, tal vez no.

El punto es que tanto Black como su compañero de ruta Kyle Gass, comparten el convencimiento de que las leyendas más antiguas de la historia del género son ciertas: la posibilidad de cambiar el planeta con una canción y conseguir un trato con el demonio (como el que se dice tiene Mick Jagger) para transformarse en una estrella indiscutida.

El filme honra al rock desde el lugar del fanático que no discute el dogma sino que inclina la cabeza y acepta el mandato de sus predecesores. Ambos actores músicos no se pasan de listos.

Tampoco llegan a la necesidad ironizar con maldad acerca de sí mismos, es tan sólo, que su deseo por alcanzar el arco iris roquero los vuelve tan fuertes como vulnerables. La puesta en blanco y negro de su patetismo también fundamenta la dimensión que alcanza su valentía.

En la cada película de Jack Black hay una dura ruta por conocer. Por regla general, Black hunde en el fondo del abismo a su personaje para luego rescatarlo ya transfigurado en un hombre más sabio.

Quedan como ejemplos de esto: el profesor de música levantado "en pala" por sus alumnos en "Escuela de Rock" a pocos minutos de un concierto que los tendrá como protagonistas; la lección de amor que aprende sobre el final en "Amor ciego", justo cuando el avión de su amada ya se eleva camino a Africa, y, finalmente, la iluminación que Nacho alcanza en la previa de su gran pelea en "Nacho libre".

Quizás una de las cosas que uno termina adorando de este actor es que Jack Black siempre interpreta a Jack Black. Y Jack Black, antes que triunfar al estilo de los ídolos que dice admirar, se sobrepone.

Cambia el curso de los acontecimientos conservando su esencia, su denodado humanismo, su maravillosa capacidad para esculpir una mirada luminosa aun en medio de la desgracia.

Poco más se le puede exigir a un comediante de su categoría.

CLAUDIO ANDRADE

viejolector@yahoo.com.ar

 
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