ALUMINE (AZ).-Esta ciudad quedó a un paso del colapso energético como consecuencia de la falta de gas. Las clases debieron suspenderse en todos los niveles y desde el municipio se realizaban intensas gestiones ante las autoridades de Hidenesa con el objetivo de incrementar el envío de unidades que permitan subir la cantidad de suministro. El termómetro perforó la barrera de los doce grados bajo cero y el pronóstico meteorológico indicaba nevadas para las próximas jornadas por lo cual la preocupación de las autoridades y vecinos era más que evidente.

"Parece que Aluminé es el patio trasero de la provincia porque el gobierno ni siquiera nos atiende y nuestros habitantes deben soportar cortes permanentes en el servicio", sostuvo el intendente a cargo, Ariel Guzmán. Los problemas comenzaron hace días cuando las bajas tem

peraturas elevaron el consumo de gas de los zepelines. En varias oportunidades, incluso durante la noche, el suministro se cortó y ayer se esperaba con ansiedad la llegada de un equipo de Hidenesa para garantizar al menos el volumen mínimo diario para la población."En las actuales condiciones un camión apenas alcanza para un día", explicó Guzmán quien reveló que viene solicitando desde hace mucho a las autoridades de Hidenesa el envío de varias unidades para completar la carga de los equipos de abastecimiento.

"Si pudiéramos llenar nuevamente los zepelines la situación sería otra pero para eso necesitamos que nos manden entre cuatro y cinco camiones", agregó el presidente del Concejo Deliberante a cargo de la intendencia.

La situación es muy preocupante ya que no sólo se debieron suspender las clases sino que además ni siquiera puede garantizarse la continuidad del ciclo lectivo en estas condiciones.

Los 6.500 habitantes de esta ciudad esperaban ayer con ansiedad la llegada del camión que permitiera garantizar otras 24 horas de calefacción aunque saben que la solución de fondo está lejos.