Martes 29 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 20 y 21 > Opinion
Una vergüenza para los argentinos

Que la Universidad de Harvard haya donado casi 10.000 dólares para el rescate de los archivos de la Escuela Normal Nº 1 de Buenos Aires (ver por ejemplo "La Nación", 15/5/07) constituye una verdadera vergüenza para los argentinos y no tanto, en realidad, un mérito de esa universidad norteamericana.

Nicolás Avellaneda decía que los pueblos que olvidan su pasado pierden conciencia de sus destinos. En la Argentina hay cientos de repositorios que se están perdiendo entre ellos, nada menos que el Archivo General de la Nación porque se aduce que "no hay plata", mientras la prensa refleja diariamente que siempre la hay para pomposos e inútiles viajes al exterior de una senadora con aspiraciones presidenciales o para la campaña electoral de un candidato oficialista a cualquier cargo público. Dineros esos, claro está, que pertenecen a los sacrificados contribuyentes argentinos, que los financian sin haberlos autorizado y, muchas veces, hasta sin enterarse de su destino sino cuando ya se los ha gastado.

En el caso del archivo nacional, falta hasta una simple escalera alta para que sus empleados puedan acceder a documentos que se encuentran en estanterías también altas y no hay fondos para evitar el deterioro de los materiales en depósito. (Una investigadora estadounidense ofreció comprar una escalera para regalarla al archivo y su oferta cayó en el vacío: la burocracia nunca le respondió a ese gesto generoso).

En el 2006, quien esto escribe ofreció donar la colección de papeles científicos, documentos históricos y fotografías de su antepasado, el Dr. Anselmo Windhausen (ver www.awindhausen.blogspot.com), autor de la primera "Geología Argentina" y protagonista de numerosos descubrimientos científicos de nota, a la Universidad Nacional del Comahue, a un costo de unos 5.000 dólares para el transporte y clasificación de esos papeles. La oferta quedó en el aire por la ocupación de esa casa de estudios por estudiantes revoltosos que impidieron la elección de un rector, pese a que el ofrecimiento contaba con el apoyo de historiadores y científicos destacados de la Argentina y a que hasta el Museo Histórico Nacional se interesó en la documentación.

Curioso fenómeno el de la Argentina, país donde hay funcionarios que parecen siempre más interesados en gastar dineros públicos en otros menesteres que en preservar la historia y el patrimonio cultural del país o en dejar en manos de particulares o instituciones extranjeras la conservación y cuidado de valiosísimos testimonios de su historia. Para esto último nunca hay plata, aunque las arcas fiscales estén llenas de dólares en reservas.

Los ejemplos podrían multiplicarse ad infinitum y son demasiado conocidos como para repetirlos aquí. Bastaría mencionar que hoy Buenos Aires tiene uno de los museos de arte, el MALBA, más importantes de América Latina por iniciativa de un particular que, además, fue acusado de querer alterar la vida de sus acomodados vecinos con la construcción del repositorio...

Ya en 1932, el filósofo español José Ortega y Gasset advertía que los argentinos se hacen una imagen de sí mismos pero nunca se miran al espejo para comprobar si corresponde o no a la realidad. Además, decía, interpretan todo como querrían que fuera, no como es. Tal vez allí resida esa proverbial incapacidad para ver sus defectos y, en cambio, vanagloriarse de su cultura y sus logros.

Tal vez haya llegado la hora de ser más sinceros. De poco sirve que en una feria del libro haya habido más de un millón de visitantes en un país en el que más del 50% de la gente jamás lee un libro y las bibliotecas populares decaen, como los archivos, por la despreocupación de sus gobiernos, cualquiera sea su cuño político.

En eso los argentinos no son, como alguna vez dijo irónicamente Borges de los peronistas, ni buenos ni malos: simplemente, incorregibles.

RODOLFO WINDHAUSEN (*)

(*) El autor, de origen argentino, es periodista y escritor independiente y se encuentra radicado en Estados Unidos desde 1978.

Especial para "Río Negro"

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