CHACAY HUARRUCA.- Fue una jornada especial, para emocionarse. No se trató de un cierre de ciclo lectivo más. La comunidad mapuche Cañumil celebró el viernes la recuperación de la Escuela 65, del paraje Chacay Huarruca, el establecimiento que un día estuvo a punto de ser cerrado, pero no sólo siguió abierto sino que se transformó en el primero en adoptar la modalidad intercultural en Río Negro.

Las escuelas rurales que funcionan entre septiembre y mayo despidieron esta semana el período lectivo con distintos festejos. Si bien la mayoría hizo coincidir sus actos con la conmemoración del 25 de mayo, en la Escuela 65 esta vez hubo una connotación especial. Desafiando el intenso frío de la Región Sur, desde muy temprano la gente comenzó a llegar a la pequeña escuela que se levanta a la orilla del arroyo Chacay Huarruca, en cercanías de la estancia Fitalanco.

Según cuentan los pobladores, la escuela primaria 65 abrió sus puertas a principios del siglo pasado, pero recién hace unos veinte años se construyó el edificio que ocupa actualmente.

A principios del 2006 llegó la etapa más dura. Fue cuando el Consejo Provincial de Educación decidió cerrarla por falta de alumnos y trasladar a los pocos niños a otras escuelas de la zona.

Lo que no se tuvo en cuenta fue la importancia del establecimiento para la comunidad Cañumil. Fue así que luego de varias idas y vueltas, de numerosos reclamos y pedidos y de promesas que no se concretaban, la autoridad originaria de la comunidad, doña Lucerinta Cañumil, decidió tomar en forma pacífica el edificio.

El reclamo ganó los medios de comunicación y llegó a oídos del gobierno nacional.

En enero del 2007, el CPE la cambió de Delegación Regional y decidió su reapertura. Dentro de los acuerdos que se hicieron con la comunidad, la escuela 65 de Chacal Huarruca se convirtió en la primera de la provincia, en adoptar la modalidad intercultural, donde se enseña el idioma mapuche. También se enseña a tejer al telar.

Actualmente la matricula asciende a 14 alumnos, hijos de pequeños campesinos, de primer y segundo ciclo que cursan de primero a sexto grado.

El viernes, minutos después del mediodía, con el consentimiento de doña Lucerinta, el director y único docente de la escuela, Daniel Collueque (también integrante de una comunidad mapuche) dio inicio al acto oficial. En su discurso enumeró cada una de las acciones llevadas adelante por la comunidad para lograr la reapertura de la es

cuela, los logros obtenidos y rol fundamental que jugaron los medios de comunicación. "En enero del 2007 empezó este proyecto que hoy estamos terminando. Por el trabajo realizado y por la significación que tuvo la reapertura de esta escuela hoy decimos que estamos de festejo. Pero, más allá del 25 de mayo y de la finalización del ciclo, para la comunidad, para los niños, para los vecinos, es una jornada muy emocionante e inolvidable" sostuvo. Sus palabras arrancaron más de una lágrima.

Doña Lucerinta pidió a la comunidad que no permitan que nunca más intenten cerrar esta escuela. El maestro intercultural, Angel Quiñanao, resaltó la importancia de la modalidad intercultural, el acierto de Educación de haber nombrado a un director con raíces mapuches y el significado de la escuela dentro de la comunidad, porque "nos ayuda a recuperar nuestra identidad".

Después de la entrega de algunos presentes y donaciones para los niños, los asadores llamaron a comer. Fue el paso previo a las actividades tradicionales organizadas para después del mediodía, que siguieron hasta que el sol comenzó a esconderse detrás de la cordillera y se abrió paso un baile que prolongó la fiesta hasta la madrugada.

JOSE MELLADO

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