Una falla el sistema eléctrico, y la detección de pérdidas de gas en calefactores, determinaron que, desde hace una semana, la escuela primaria 61 de esta localidad haya suspendido las clases, sin fecha de retorno.

Un nene había introducido un alambre en un tomacorrientes tras lo cual la boca, donde además se encuentra la llave de luz del aula seis de la escuela, comenzó a incendiarse, sin que el desperfecto hubiera hecho actuar el disyuntor de seguridad ni la llave térmica.

Fabiana Mikelovich, vicedirectora del establecimiento, explicó que "realmente fue una situación extrema la que se vivió, porque en ese momento los chicos estaban dentro del aula, la maestra salió pidiendo ayuda, el tomacorrientes se incendiaba y estuvo a punto de alcanzar las láminas pegadas en las paredes, algunos chicos salieron hacia la galería y otros saltaron por la ventana".

Indicó que, al mismo tiempo, la directora fue hacia el tablero eléctrico para hacer el corte de la energía, dado que no funcionaron ni los disyuntores ni las llaves térmicas. "Además hubo que llamar a los bomberos para que apagaran el siniestro y todos los chicos tuvieron que ser evacuados ante el riesgo que existía" agregó.

El accidente desnudó que todo el cableado del establecimiento se encontraba en malas condiciones al igual que el tablero eléctrico, en tanto que a la revisión se sumó personal de Camuzzi quien también detectó que había pérdidas de gas y que los calefactores no se encontraban en condiciones de ser utilizados.

Las clases están suspendidas y "en este momento hay personal de dos empresas que están trabajando en la escuela. Una de ellas en la reparación de todo el sistema eléctrico, y otras en la reparación de los calefactores" señaló Mikelovich.

Mientras continúan las obras de reparación, el personal de la escuela cumple con su horario en el cuartel de Bomberos Voluntarios. Todavía no existen precisiones sobre la fecha de finalización de los trabajos y posterior conovcatoria a los alumnos.