Jueves 24 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 31 > Policiales y Judiciales
Perpetua para los acusados de un crimen salvaje
Mataron a Iribarra con golpes de pala y martillo. La víctima dormía en su cama cuando fue atacada.

NEUQUEN (AN)- En un fallo dividido, Matías Jairo Bugallo (21) y Cristian Humberto Manzini (24) fueron condenados ayer a prisión perpetua por el asesinato de Eduardo Antonio Iribarra (22) al que golpearon en la cabeza con una pala y un martillo mientras estaba durmiendo.

El ataque fue tan brutal que a la víctima le fracturaron los huesos del cráneo y sufrió pérdida de masa encefálica. Y el motivo, aparentemente, es que los imputados vieron a Iribarra conversando con los ocupantes de un patrullero.

La sentencia fue leída ayer a partir de las 14 en la Cámara Primera. Los jueces Carlos Sierra y Luis Fernández fundamentaron, cada uno con sus argumentos, la condena a prisión perpetua por "homicidio cometido con alevosía", ya que la víctima no tuvo oportunidad de defenderse. El tercer camarista, Mario Rodríguez Gómez, consideró en cambio que el principal testigo no es confiable (ver aparte).

A la lectura asistieron familiares de los imputados y de la víctima. Todos salieron de la sala llorando, aunque los primeros de tristeza y los segundos de alivio porque la sentencia colmó sus expectativas.

El asesinato ocurrió en los primeros minutos del 13 de abril del año pasado en la toma Pacífica, en inmediaciones del barrio Progreso. La noche anterior Iribarra, Manzini, Bugallo, un joven llamado Pablo Painemil y otros amigos se juntaron en una casilla donde bebieron alcohol, fumaron marihuana e inhalaron pegamento.

Iribarra (22) fue el primero en retirarse a su casilla, a unos cien metros, donde se acostó a dormir. Los imputados y Painemil, que se convertiría en una de las piezas claves del caso, lo siguieron minutos después.

Para cuando ingresaron, Iribarra ya estaba dormido. Al parecer intentaron despertarlo y no lo lograron. Entonces Bugallo con una pala y Manzini con un martillo lo atacaron a golpes en la cabeza provocándole la muerte.

Después quemaron algunos elementos comprometedores, aunque la declaración de Painemil permitió identificarlos y detenerlos.

En su defensa, Manzini indicó que "puedo ser un ladrón pero no un asesino", y aseguró que "Painemil indujo a 'Caneo' Bugallo con un arma para ir a matar al chabón". Por su parte Bugallo afirmó que "hubo una discusión entre Manzini y Painemil en contra del finado" y "me enteré al otro día de que habían matado a un pibe".

Para los camaristas Sierra y Fernández, quedó acreditado que los imputados fueron autores del crimen. Y destacaron que "aprovecharon el estado de indefensión de la víctima, obrando sin riesgo para sí", por eso le aplicaron el agravante de la alevosía y los condenaron a prisión perpetua.

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