Jueves 24 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Internacionales
Ultimátum libanés a milicianos islamistas: rendirse o morir
Continúa el éxodo de refugiados de los campos palestinos

LíBANO (AFP) - El ejército libanés amenazó el miércoles con intervenir en el campo de refugiados palestino de Nahr al Bared (norte), donde sigue atrincherado el grupo islamista Fatah Al Islam, si sus combatientes no se rinden.

Mientras una relativa calma reinaba en el campo, tras tres días de enfrentamientos que causaron 68 muertos, una violenta explosión causó al menos cinco heridos en Aley, una localidad drusa del este de Beirut.

Se trata de la tercera explosión en la capital o sus alrededores en cuatro días. Las dos primeras, en zonas cristiana y sunnita, causaron un muerto y varios heridos. Miles de refugiados palestinos huyeron precipitadamente de Nahr al Bared, asediado por el ejército, por temor a la reanudación de los combates. Hajj Rifaat, uno de los responsables del movimiento palestino Fatah en Badaui, donde los refugiados fueron recibidos en las escuelas o los hogares de los habitantes, calculó que unos 10.000 civiles habían escapado.

Solamente los militantes armados de Fatah Al Islam circulaban por las calles del campo. Numerosos inmuebles se hallaban en ruinas, y los restos de coches calcinados y los cristales rotos aparecían diseminados en las calles, luego de los peores combates vividos en Líbano desde el final de la guerra civil en 1990. "¡No abandonen el campo, vuelvan a sus casas, mueran en sus hogares, eso es lo que el Islam quiere de ustedes!", gritó un combatiente a los refugiados que intentaban abandonar el lugar.

Entre los cadáveres que yacían esparcidos en la entrada del campo de refugiados apareció el del número dos de Fatah Al Islam, apodado Bumedián, cuya nacionalidad no fue dada a conocer, según una fuente de los servicios de seguridad. "El ejército no negociará con Fatah al Islam, por lo que sólo tiene dos posibilidades: rendirse o el ejército recurrirá a la opción militar y morirán", declaró el ministro libanés de Defensa, Elias Murr, a la cadena Al Arabiya.

"No podemos más. Todos los civiles abandonarán el campamento, ya que los bombardeos del ejército cayeron en los barrios residenciales y no alcanzaron a los hombres del Fatah Al Islam, que están atrincherados en refugios y fortificados", afirmó una refugiada, Amina, de 24 años, cuyo rostro revelaba su gran nerviosismo.

Aunque afirmó su compromiso de respetar la tregua, Fatah al Islam advirtió que sus combatientes no se rendirán a los soldados libaneses.

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