Sin margen para el error y con la obligación de convertir un gol, porque sin él no habrá nada, Boca jugará esta noche el partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Libertadores, frente a Libertad, en Asunción.

El planteo es sencillo: el partido comenzará con el resultado que clasifica al equipo paraguayo, porque el 0-0 les alcanzará a los de Markarián para meterse en las semifinales, así que la obligación primera es de Boca.

En 360 minutos que lleva acumulados como visitante por la Copa, el xeneize llegó una sola vez a la red de enfrente, en ese 1-3 suficiente para eliminar a Vélez. Antes, 0-0 con Bolívar, 0-2 con Toluca, 0-3 con Cienciano. El dato alentador es que a los "gumarelos" les ha costado imponerse en el Defensores del Chaco: 1-0 sobre Banfield, 1-0 a El Nacional, 1-2 con América y 1-1 con Paraná.

Sin embargo, las circunstancias lo ayudan al local, porque jugar el juego que más le gusta, con el buen arquero uruguayo Jorge Bava protegido por una sólida muralla de defensores y volantes. Y arriba, Hernán Rodrigo López que solo, de espaldas al área, se mueve como pez en el agua y se las arregla para aguantar casi todo lo que le llega.

En Boca, la mejor noticia es la reaparición de Daniel Díaz,

recuperado del desgarro y de la posterior dolencia lumbar, sobre quien caerá la responsabilidad de darle firmeza al fondo boquense. Juan Román Riquelme, insustituible, en cambio llega con lo justo, entre algodones, y de su paciencia, sagacidad y precisión para forzar y aprovechar huecos en el sistema defensivo de Libertad dependerán las posibilidades de su equipo.

La otra novedad es el regreso de Pablo Ledesma, ausente en La Bombonera por su expulsión ante Vélez, a quien también se lo extrañó.