SAN ANTONIO OESTE (ASA)- Un depósito perteneciente a la firma "Alpesca", situado a la orilla de la ría local, a pocos metros de la planta procesadora de esa empresa pesquera, resultó totalmente destruido por las llamas que se iniciaron en el interior del galpón repleto de elementos altamente inflamables.

No se descarta que el incendio haya sido provocado intencionalmente por personas que podrían haber ingresado al lugar aprovechando la oscuridad, con supuestas intenciones de robo. Obreros de la planta que llegaron ni bien comenzaba a emanar humo indicaron a este medio que el portón de entrada siempre tuvo un candado de grandes dimensiones que en ese momento no estaba colocado en su lugar, lo que demostraría que alguien ingresó previo a que comenzara el incendio.

El siniestro alcanzó una magnitud inusitada. Las llamas que provocaron el derrumbe de las paredes y del techo de chapa por momentos mostraron lenguas que duplicaron la altura del viejo tinglado. Mientras, la columna de humo negro sobrevoló y se hizo visible desde los cuatro puntos cardinales de la ciudad.

El hecho se produjo ayer pasadas las 7.30, según algunos testimonios brindados a este medio, que indicaron que se sorprendieron al ver humo saliendo desde el galpón. Los bomberos arribaron cerca de las ocho y empezaron a combatir las llamas que en minutos se expandieron por todo el lugar. Había en el interior cajas de cartón, cajones de plástico para pescado, cintas de embalaje, redes y otros elementos, la mayoría de ellos inflamables.

El tinglado se encuentra separado de la planta de Alpesca por el primer tramo de una de las arterias que desemboca en la ría. Se ubica sobre calle Güemes y fue construido por Camaronera Patagónica hace unos 15 años, que lo utilizaba como redería y luego como galpón de encarne. Ahora, ya en dominio de Alpesca, su uso era el de un depósito de elementos fuera de uso.

Algunos de los directivos de la firma que ayer, como decenas de curiosos, se acercaron al lugar aseguraron sentirse extrañados por el episodio que convulsionó la mañana sanantoniense. "No existe nada de valor ahí, suponemos que alguien pudo haber entrado para ver qué había y provocó esto, porque no hay ni electricidad, gas, ni nada que pudiera haberlo ocasionado espontáneamente", expresó uno de los empresarios que no salía de su asombro frente al dantesco incendio.

Por su parte, los bomberos debieron requerir la colaboración de camiones tanque de la Municipalidad para que los proveyeran de agua, ya que los depósitos de los autobombas propios no dieron abasto. Con tres y por momentos cuatro líneas intentaron sofocar las llamas que, no obstante, provocaron efectos devastadores en todo el galpón. "Así hubiéramos tenido diez autobombas esto habría terminado igual", afirmó el subcomisario Héctor Poblete, al ser consultado por algunas carencias que evidenciaron los bomberos para combatir las llamas.

Anoche, casi doce horas después, el humo continuaba emanando de las chapas y ladrillos todavía calientes, aunque las llamas ya se habían sofocado pasado el mediodía.

Por fortuna, nadie resultó herido y los daños se circunscribieron al galpón en cuestión, que ocupa todo un lote sin construcciones linderas.