El gobierno anunció ayer aumentos salariales de entre 600 y 1.000 pesos para controladores aéreos, civiles y militares, en el marco de una disputa entre gremios y autoridades por supuesta inseguridad, lo que sorprendió a sindicatos, que según aseguraron continuarán con las denuncias.
En tanto, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, confirmó que el domingo fue embarcado en España el radar que reemplazará al primario del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, dañado por un rayo, que arribará a la Argentina en un plazo de entre 10 y 15 días.
El incremento salarial beneficiará a 3.543 personas empleadas como supervisores, instructores, operadores y controladores de servicios de transito aeronáutico, como también a personal de
búsqueda y salvamento, contra incendio y de comunicaciones en aeropuertos de todo el país.
La suba será de entre 600 y 1.000 pesos no remunerativos, y alcanzará a 2.563 personas del ámbito militar y a 980 del civil.
Jaime y la ministra de Defensa, Nilda Garré, anunciaron que el aumento en los salarios se efectivizará una vez estructurado el nuevo escalafón de seis categorías, que reemplazarán las cinco actuales, y que tendrá un costo fiscal mensual de 2,4 millones de pesos.
El anuncio fue realizado en una rueda de prensa en la Casa Rosada, tras un encuentro de los funcionarios con el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Planificación, Julio De Vido.
"Es una medida muy significativa que busca una compensación a un sector que tiene una responsabilidad muy grande y coopera decisivamente en la seguridad del tránsito aéreo", dijo Garré, al descartar el carácter "oportunista" de la medida.
Garré advirtió ayer sobre la "intencionalidad" de algunos de los episodios y desplazó la semana pasada a cinco controladores por recomendación de la Asociación Internacional de Aviación Civil (OACI).
El titular de la Asociación de Controladores Aéreos (ACTA), César Salas, expresó su "satisfacción" y "sorpresa" por el aumento salarial, aunque advirtió que seguirá "denunciando las irregularidades".
"A nosotros nos sorprende, pero vamos a seguir denunciando las irregularidades, por más que esto sea un paliativo, vamos a seguir sosteniendo la verdad", dijo Salas.
El dirigente añadió que "el tema de fondo es la gran presión que reciben los controladores por parte de las jefaturas militares, de Marcelo Ayerdi, jefe de la Región Aérea Centro, y de Luis Molina, jefe del aeropuerto de Ezeiza, induciéndolos al error humano".
El conflicto se registra además en el marco del traspaso del control aéreo desde la Fuerza Aérea al ámbito civil.
En otro orden, Jaime confirmó que en un plazo de entre 10 y 15 días arribará, en calidad de "préstamo" del gobierno español, el radar primario para Ezeiza, averiado por la caída de un rayo en abril, y que presta servicios al área metropolitana.
El radar fue embarcado el domingo, mientras se encuentran en el país técnicos de la compañía Indra y autoridades del Ejército de España, quienes colaborarán con la instalación del aparato.
(DyN y Télam)
