ROCA (AR).- En una extensa sesión cargada con fuertes cruces verbales entre concejales de los tres bloques partidarios, el Deliberante roquense se reunió antenoche y, entre otras cosas, sancionó una ordenanza que brindará importantes beneficios para contribuyentes en riesgo social.

La normativa, que retoma y amplía una ordenanza anterior en la que se estableció un plan de recupero de contribuyentes, permitirá a los sectores con escasa capacidad de pago acceder a un nuevo esquema de reducción de deudas por tasas y recuperar la condición de contribuyentes regulares. El proyecto tiene origen en la gran cantidad de casos (más del 50%) que registra la comisión de Hacienda respecto de vecinos deudores.

Para acceder al beneficio se tendrá en cuenta el ingreso del núcleo familiar, que no deberá superar los $870 que fija la canasta básica, y el pago regular de las cuotas mensuales actuales. Si los vecinos cumplen con, por ejemplo, seis de estas cuotas se le descontará el mismo número de cuotas de la deuda.

El proyecto generó un fuerte debate entre el concejal de Participación Vecinal, Isaías Córdoba, y el concejal radical, Alejandro Betelú. El cruce empezó cuando el primero cuestionó algunos puntos del proyecto, a lo que Betelú respondió que ambos habían sido tratados en las reuniones de comisión. La tensión fue en aumento, aunque finalmente el proyecto fue aprobado, incluso con el voto del bloque unipersonal.

Ciertas reminiscencias de la fiebre vivida por el sector político el último domingo aún persistían en el ambiente y generó un intercambio de felicitaciones y agradecimientos entre los ediles de los bloques mayoritarios e incluso algunos hasta se permitieron realizar un ejercicio de autocrítica al interior del partido (ver página 16).

También se avanzó en la sanción de una norma que modificó dos puntos centrales de una ordenanza anterior que regula la actividad de los taxistas. A pedidos de los trabajadores, el color blanco de fábrica en los automóviles ya no será obligatorio, sino que podrán adquirirse unidades de otro color para después pintarlas de blanco. También se bajó el peso de los vehículos a 850 kilos como mínimo, para de esta manera permitir la adquisición de unidades más económicas.