CIUDAD DEL VATICANO (AFP) - El Papa Benedicto XVI está convirtiendo en costumbre matizar algunos de los discursos que pronuncia en su viajes al extranjero para intentar apaciguar las polémicas que suscitan, como en Auschwitz (Polonia), Ratisbona (Alemania) y ahora en Brasil .
Este significativo cambio de orientación en sus palabras tras su viaje no es una novedad para el Papa teólogo.
Así, en septiembre de 2006, en Baviera, Alemania, provocó una violenta polémica con una referencia a la presunta relación entre el Islam y la violencia. Ante las reacciones indignadas de los dirigentes musulmanes y manifestaciones en Oriente, Benedicto XVI se declaró "desconsolado", habló de "malentendido".
Cuatro meses antes, en Polonia, también causó malestar con un discurso en el ex campo de exterminio nazi de Auschwitz, el 28 de mayo. Benedicto XVI habló de "seis millones de polacos", víctimas de la guerra, sin mencionar que la mitad de ellos eran judíos. El Papa, que contra su voluntad tuvo que enrolarse en las juventudes hitlerianas, pareció redimir al pueblo alemán de su responsabilidad en los crímenes nazis atribuyéndolos a "un grupo de criminales" que "abusó" de la población. Tres días después, ya de vuelta al Vaticano, tuvo que hacer una referencia a los "alrededor de seis millones de judíos" exterminados en los campos nazis. (AFP)