Martes 22 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Se arrojó al agua tras intentar asaltar un taxi
El ladrón cometió un error: amenazó al taxista con medio cuerpo fuera del auto. El chofer arrancó y lo hizo caer. Luego lo persiguió. Fue el domingo a la medianoche en Confluencia.

NEUQUEN (AN).- Un joven que intentó asaltar a un taxista en esta capital fue perseguido por el chofer y un patrullero que luego de diez minutos, lo atraparon cuando salía de un canal de aguas servidas al que se había arrojado para tratar de escapar.

La persecución comenzó el domingo alrededor de las 23 y terminó con enfrentamientos entre los policías y un grupo de vecinos, en el que no hubo heridos ni daños materiales.

El ladrón, de 18 años, chocó con dos obstáculos: la audacia del chofer, que al ver que tenía una pierna afuera del auto mientras lo amenazaba, aceleró y lo hizo caer al ripio; y la persistencia para atraparlo ya que lo persiguió y en el camino se cruzó con un móvil policial que se sumó a la persecución.

Todo comenzó en Belgrano y Godoy, en la zona oeste. Allí el delincuente subió al auto y marcó como destino el barrio Confluencia, en el otro extremo de la ciudad. Pidió bajarse en El Chocón y Paimún, pero en lugar de pagar sacó un cuchillo con el que amenazó al taxista.

No alcanzó a cometer el asalto, porque en ese momento el chofer advirtió que el joven tenía medio cuerpo afuera del auto y aceleró, provocándole una caída. El ladrón sólo pudo manotear una campera de corderoy que estaba en el asiento delantero.

Una vez que se repuso del revolcón en la calle de ripio, salió corriendo. El chofer, de 22 años y al servicio de la empresa "Taxi Avenida", alertó a otros colegas sobre el intento de asalto y se lanzó a perseguir al ladrón.

Mientras lo hacía se cruzó con un móvil policial que estaba identificando a un grupo de jóvenes. El patrullero se sumó a la persecución que terminó en el arroyo Villa María.

Allí, al verse acorralado, el ladrón se tiró al arroyo de aguas servidas en un último intento por escapar. Lo cruzó a pie y salió del otro lado, por donde alcanzó a caminar un par de metros pero en segundos quedó rodeado.

"No estaba alcoholizado ni drogado; se tiró al arroyo en su desesperación por escapar", afirmó ayer a "Río Negro" el comisario Julio Escobar, titular de la comisaría 19 de Confluencia.

El joven fue rodeado por los uniformados y un grupo de doce taxistas, que en ese momento habían llegado hasta el lugar. Cuando se lo iban a llevar detenido, un grupo de vecinos de la toma "ex Despo" atacó a piedrazos a los efectivos.

"Hicimos disparos de balas de goma para disuadir el ataque", indicó Escobar. "No hubo personas heridas, ni daños materiales", agregó. El ataque lo atribuyó a "una reacción habitual de ese sector contra la policía".

El asentamiento se llama "ex Despo" porque en esas tierras estaba el grupo especial de la Policía neuquina.

El joven recuperó la libertad por orden del juzgado 4.

Antes del intento asalto, el taxi había pasado por el control policial ubicado en Saturnino Torres. Pero como el Corsa aún no está pintado de amarillo sino que conserva el color verde de fábrica, no fue revisado.

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