CANNES (AFP) - La pareja estelar de Hollywood, Brad Pitt y Angelina Jolie, entonaron un emotivo himno a la familia y a la amistad, en ocasión de la presentación fuera de concurso en el Festival de Cannes de la película "A Mighty Heart", sobre el asesinato del periodista Daniel Pearl en 2002.

Producida por Brad Pitt, interpretada por Angelina Jolie y dirigida por el británico Michael Winterbottom, la película se basa en el libro escrito por Mariane Pearl sobre su marido. La actriz estaba embarazada de seis meses al empezar el rodaje de la película, como lo estaba Mariane Pearl cuando su marido fue asesinado en Pakistán. "Recuerdo que en ese momento del embarazo no imaginaba que pudiera no tener a mi lado al padre de mi hijo", declaró Angelina Jolie. "Como mujer, me sentí muy cerca de Mariane, la quise, sabiendo que ser portadora de la vida, de esa pequeña mitad de Danny, debía ser algo increíble, lo mejor para ayudarla a superar ese drama", agregó.

Otra vez la adolescencia

El cineasta norteamericano Gus Van Sant prosigue su reflexión sobre el mundo de la adolescencia en "Paranoid Park", película presentada ayer en competición, donde empieza ya el juego de apuestas sobre la codiciada Palma de Oro.

Como en "Elephant", inspirada en matanza en un colegio de Columbine y por la que obtuvo la Palma de Oro en 2003, Van Sant explora en "Paranoid Park" la angustia de vivir de adolescentes que carecen de comunicación con los adultos, como si unos y otros vivieran en dos mundos paralelos sin contacto el uno con el otro.

La muerte está también omnipresente en esta obra. Pero en ella no hay fiebre homicida. Alex, el protagonista, un joven de 16 años aficionado al monopatín, ha matado por accidente a un guardián de seguridad cerca de un terreno de "skate" denominado Paranoid Park, un lugar de mala fama al que fue en busca de emociones. Un gesto casi inconsciente cambia su vida. Alex sigue viviendo encerrado en sí mismo, con la carga de su secreto y el remordimiento.

La película está basada en una novela de Blake Nelson que Van Sant adaptó, poniéndole su marca: Fragmentación del relato, belleza plástica de las imágenes y una impactante banda sonora en la que Beethoven se mezcla con la música moderna.

Las favoritas hasta ayer, antes de la proyección del filme de Van Sant, eran "No country for old men" de los hermanos Coen, y "4 meses, 3 semanas y 2 días" del director rumano Cristian Mungiu .

Pero es verdad que falta todavía por ver la mitad de las películas en competición. Y que, de todos modos, en el Festival de Cannes, los pronósticos de los festivaleros coinciden rara vez con la decisión final del jurado.