INGENIERO JACOBACCI (AJ).- La derrota sufrida el domingo por el radicalismo jacobaccino fue un golpe muy duro, no sólo para la dirigencia local sino en el contexto provincial, donde se descontaba que en esa ciudad de la Región Sur la Concertación se alzaría con una victoria.

Los mismos resultados se esperaban de las otras localidades de la zona con intendencia radical. Y, de hecho en estos lugares no sólo no hubo sorpresas, sino que el radicalismo aumentó el caudal electoral y sin necesidad de sumar los votos que el PPR aportó para gobernador.

En Los Menucos obtuvo cerca del 70 por ciento de los votos emitidos. En Comallo el 66 por ciento y en Maquinchao cerca del 63 por ciento. En Ramos Mexía y Sierra Colorada el Frente para la Victoria mantuvo su hegemonía.

Entonces qué pasó en Jacobacci, donde desde 1991 hasta el domingo, el radicalismo sólo había perdido una elección. En la categoría de diputado nacional en el 2005 y se dio en la peor derrota que tuvo el partido desde 1983 a la fecha.

En Jacobacci nunca se había dado perder en todas las categorías que estaban en juego. El domingo lo hizo en la de gobernador, legislador por el circuito y sábana.

En 1995, el entonces electo intendente Alfredo Pega, obtuvo el 65 por ciento de los votos, aventajando al Justicialismo por más de 900 votos. Esa fue la última gran elección del radicalismo jacobaccino. De allí en más el caudal de votos comenzó a bajar paulatinamente. Más aún en los últimos años, donde los vecinos comenzaron a demandar un cambio al ver que muchas de sus necesidades estaban insatisfechas. Mejorar su calidad de

vida, ser partícipes de algunas decisiones, ser escuchados y, fundamentalmente se atendidos y tratados en igualdad de condiciones, eran y son algunas de las cosas cuestionadas. Pero eso no llegó y la relación se fue desgastando.

En las pasadas elecciones de octubre de 2005, el electorado jacobaccino le dio un preaviso a un radicalismo que obtuvo un ajustado triunfo, obteniendo solamente el 36 por ciento de los votos emitidos. Ganó en la elección para concejales, pero perdió en la de diputado nacional. A pesar de ello, el radicalismo local no acusó el golpe ni cambió el rumbo.

El inesperado resultado del domingo fue una conjunción de varias cosas. Por un lado, el peronismo llegó a las urnas unido como hacía tiempo no estaba. Evitó las sangrientas internas de años anteriores que dejaban profundas secuelas en sus dirigentes. A esto se le sumó un voto castigo a la actual intendenta Gabriela Buyayisqui, quien centró su gestión de gobierno en una dirección distinta al sentir de la gente y quien encabezó la lista de legisladores en el Circuito Línea Sur.