En medio del escándalo por el presunto pago de coimas por parte de la empresa Skanska, el gobierno intervino el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) por 180 días y designó a Juan Carlos Pezoa para que se desempeñe al frente de ese organismo, con la consigna de que logre “un preciso esclarecimiento” de los hechos.

El organismo fue quitado del ministerio de De Vido, comprometido en el escándalo, y pasó a la órbita del jefe de Gabinete Alberto Fernández, quien tiene un histórico enfrentamiento con quien es considerado por la oposición como “la mano derecha de Kirchner que le controla todos los negocios”.

En medio del escándalo, el presidente Kirchner sostuvo ayer que “independientemente de que haya involucrados funcionarios, sigo pensando que se trata de un gran acto de corrupción entre privados”, al referirse al caso Skanska. Afirmó que no le va a “temblar la mano” ni le “doblarán las piernas, ni las rodillas ni el corazón” si tiene que tomar más medidas contra funcionarios si avanza la investigación.

El anuncio del interventor en el Enargas lo realizó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, al dar a conocer el decreto de intervención que firmó el presidente Néstor Kirchner en su despacho de la Casa de Gobierno, durante una reunión que mantuvo además, con el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini.

Esta es la segunda medida que el gobierno toma por este caso, ya que primero desplazó de su cargo al titular del Enargas, Fulvio Madaro y a Carlos Ulloa, titular de Nación Fideicomisos.

En la lectura de los considerandos, que estuvo a cargo del jefe de Gabinete –quien estuvo acompañado por De Vido– el gobierno justificó la intervención del organismo regulador indicando que de los “informes habituales de control y de gestión no surge noticia suficiente de la existencia de anomalías funcionales de gravedad en el Enargas”.

Se explicó que “se hace necesario disponer una intervención transitoria del organismo regulador que facilite la investigación y revise su actuación desde la fecha de su creación”.

Fernández agregó que “en caso de detectarse alguna anomalía” el interventor deberá informar pormenorizadamente del tema, porque “el Enargas ocupa un lugar central en la agenda energética nacional”.

Al lado de Fernández se encontraba Julio de Vido, ministro de Planificación y superior jerárquico de los funcionarios desplazados, cuya renuncia han pedido sectores de la oposición, por sospecharlo comprometido en las supuestas irregularidades “El presidente ha confiado en él (en Pezoa) para garantizar la más absoluta transparencia para que todos los argentinos estemos seguros del funcionamiento de ese organismo”, dijo Fernández.

El 16 de mayo Kirchner relevó a Fulvio Madaro, titular del Enargas y a Néstor Ulloa, gerente general de Fideicomisos del estatal Banco de la Nación Argentina, después que un fiscal federal informara que ambos serán citados por la Justicia.

Según el fiscal Carlos Stornelli, tanto Madaro como Ulloa aparecen comprometidos en la investigación por sobreprecios que habría cobrado la empresa Skanska, de capitales suecos.

Esos sobreprecios, según Stornelli, encubrirían el pago de sobornos a funcionarios y ejecutivos privados.

(DyN y Redacción Central)