Miércoles 16 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 04 > Nacionales
El Papa aceptó la renuncia de Baseotto y buscan al sucesor
El gobierno había pedido al Vaticano el retiro del obispo, después que Baseotto declarara públicamente que el ministro de Salud, Ginés González merecía ser “arrojado al mar con una piedra de molino en el cuello”, por defender la despenalización del aborto, en ciertas circunstancias.

El papa Benedicto XVI aceptó ayer la renuncia como obispo castrense de monseñor Antonio Baseotto, a quien el presidente Néstor Kirchner desconoció su autoridad en 2005 y pidió su remoción por una cita evangélica que interpretó como apología de la dictadura militar.

El Pontífice dispuso, además, que monseñor Pedro Candia, actual vicario general, quede al frente del gobierno pastoral de la diócesis castrense hasta la designación del nuevo obispo.

El Vaticano y el Gobierno deberán acordar ahora el nombre del sucesor de Baseotto, quien recién presentó su dimisión el 4 de abril al alcanzar el límite de edad que establece el Código de Derecho Canónico.

En marzo de 2005, el presidente Kirchner firmó el decreto que desconocía su autoridad y le quitaba el rango de subsecretario de Estado y una asignación mensual de 5.000 pesos. No obstante, Baseotto siguió hasta ayer en funciones "pastorales" en unidades militares.

Todavía no hay un candidato firme a la sede eclesiástica castrense pero la terna elevada a Roma por el nuncio apostólico, monseñor Adriano Bernardini, tendría a priori la venía del gobierno.

Los candidatos para sucederlo -según fuentes oficiosas- son los obispos Rubén Frassia (Avellaneda-Lanús) y Carlos Malfa (Chascomús), y un tercero que se mantiene "en reserva", aunque podrían ser el propio vicepresidente segundo del Episcopado, monseñor Agustín Radrizzani (Lomas de Zamora) o Carlos Franzini (Rafaela).

La agencia católica AICA formalizó el anuncio de la aceptación de la renuncia un día después de los rumores que hicieron trascender desde sectores gubernamentales, y que provocó -según pudo constatar DyN- el "enojo" de monseñor Bernardini.

En tanto, los obispos delegados a la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que delibera en Aparecida (Brasil), no manifestaron sorpresa por la notificación oficial de la Santa Sede.

"No llamó la atención, porque sabían que iba a producirse de un momento a otro", dijo a esta agencia el vocero del Episcopado, presbítero Jorge Oesterheld. En febrero de 2005, Baseotto apeló a una alegoría evangélica para criticar la política sanitaria oficial que lleva adelante el ministro Ginés González García.

La cita aludía a quienes merecían que se "les cuelguen una piedra de molino al cuello y lo tiren al mar". (DyN)

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