SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Al concluir el debate y basado en su falta de antecedentes, el fiscal de Cámara Enrique Sánchez Gavier pidió nueve años de prisión para Miguel Angel Moreira, único imputado por el brutal homicidio de Abel Joaquín Nahuelcura, porque consideró que lo había matado clavándole su cortaplumas en el cuello después de haber mantenido relaciones con él.
El defensor atacó la idoneidad de las pruebas colectadas por la instrucción, se opuso a la valoración de los dichos de la concubina de Moreira, y sólo reconoció que éste había sido el autor del robo de la mochila de la víctima.
El imputado prefirió no hablar durante la audiencia y sólo al final del debate proclamó su inocencia. Ahora serán los jueces de la Cámara Segunda del Crimen quienes darán a conocer su veredicto el próximo 28 de mayo al mediodía.
Antes de solicitar la pena, el fiscal Sánchez Gavier enumeró los indicios que incriminan al acusado, sin ahondar en los motivos que
tuvo para matar, aunque en un pasaje de su alegato expuso que el imputado y la víctima habían mantenido una relación, lógicamente homosexual, previo a la ejecución del crimen.
Los elementos determinantes en que se apoyó el fiscal para sostener el reproche contra Moreira, son la tenencia de la mochila de la víctima con su pantalón y cinto, y el hallazgo de la cortaplumas del acusado en el móvil que lo trasladó a la comisaría. A partir de allí valoró como indicio que Moreira quisiera irse a su casa para dejar la mochila antes de declarar como testigo, circunstancia que unida a su nerviosismo, motivó que el oficial Sandro Simenoff le pidiera que exhibiera lo que llevaba. Allí guardaba las prendas que no sólo correspondían a las medidas de Nahuelcura, sino que al igual que la mochila fueron reconocidas por su madre, Julia Cayul, quien las había lavado muchas veces.
Tanto el pantalón como la cortaplumas secuestrada tenían manchas oscuras, presumiblemente de sangre, pero no pudieron hallar material genético utilizable en esos objetos, se ignora por qué motivo, pese a tratarse de una causa por homicidio, que puede implicar muchos años de cárcel.
Para Sánchez Gavier, la muerte de Nahuelcura se produjo antes de que el testigo Armín Hidalgo lo viera bajar hacia el lago.
"Ejecutado el hecho Moreira se retiró, y volvió al lugar del hecho cuando Hidalgo lo vio. Bajó a buscar la mochila, la tomó y salió. No hay explicación para que pueda bajar al lago lloviendo, vea un cadáver y decida apropiarse de una mochila con su pantalón".
El fiscal defendió la actuación policial diciendo que cuando hallaron la cortaplumas no sabían que era de Moreira, y que la pareja de éste lo confirmó.
El cadáver de Nahuelcura fue hallado a las 20 del 30 de junio de 2006, entre unas rocas y debajo de un árbol, cerca de la orilla del lago y la prolongación de la calle Onelli, con una profunda herida de arma blanca en el cuello.
La lesión produjo una hemorragia masiva y ocasionó un shock hipovolémico y la inmediata muerte de Nahuelcura, y la persona que denunció el hallazgo del cadáver y fue testigo del procedimiento policial es el acusado, que llega a juicio porque lo involucran múltiples indicios.
El defensor Marcelo Alvarez Melinger alegó que los indicios no conducen de manera inequívoca a Moreira como autor del homicidio.