WASHINGTON (AFP/DPA) - El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz "suplicó" ayer a la junta directiva de la institución que lo mantenga en su cargo, y prometió realizar cambios en sus métodos de gerenciamiento, según la transcripción de la audiencia.

Anoche, Wolfowitz tuvo la última oportunidad de manifestarse sobre las acusaciones de nepotismo ante la junta directiva del banco, tras lo cual ésta tenía previsto iniciar sus deliberaciones finales. Mientras tanto, el gobierno estadounidense intentaba con escaso éxito respaldar a Wolfowitz, pese a las duras acusaciones de un comité especial de investigación del BM.

Wolfowitz efectivamente ha cometido errores, pero a criterio del gobierno estadounidense estos no justifican su alejamiento, manifestó ayer en Washington el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow. Por su parte, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, lo calificó de excelente funcionario, cuyo despido no se desea ver por razones de ese tipo.

Según un informe de un comité especial de investigación del BM, Wolfowitz, de 63 años, violó las normativas y códigos éticos de la entidad y puso su propio interés sobre los mismos al gestionar el ascenso de su novia. El detallado informe de 52 páginas acusó al ex subsecretario de Defensa norteamericano de desatar una "crisis de liderazgo" en el BM

La decisión sobre el destino de Wolfowitz, un corresponsable de la guerra de Irak que se hizo de muchos enemigos entre los ejecutivos y personal del BM, aparentemente es inminente.