SAO PAULO (AFP/AP) - La moneda brasileña, en permanente ascenso, rompió ayer por primera vez en más de seis años, la barrera de dos reales por dólar al cotizarse a 1,979 (+1,52%) contra el billete verde, al cierre del mercado cambiario. Fue el mayor valor alcanzado por el real desde que el 1 de febrero de 2001 se cotizó a 1,973 por dólar.

La fortaleza dela moneda activó disputas entre sectores financieros, que ven entrada de capitales y una ayuda para bajar la inflación, y los exportadores, que pierden competitividad por el tipo de cambio elevado.

"Si el Banco Central no demuestra más apetito por la compra de dólares, probablemente la cotización del dólar continuará cayendo, sin un piso definido", dijo el analista Vanderlei Arruda, de la casa de cambios Souza Barros.

El presidente del Banco Central (BC) de Brasil, Henrique Meirelles, aseguró que no hay metas para el cambio, pero que intervendrá en el mercado para corregir distorsiones y excesos. "No permitiremos que haya excesos en los mercados o que las cotizaciones se distancien mucho de aquellas indicadas por los fundamentos de la economía", afirmó Meirelles, sin precisar.

Arruda recordó que la continua valorización del real obedece a que "los inversionistas financieros están buscando países con menos riesgos y más rentabilidad, y como Brasil mantiene las tasas de interés más altas del mundo (12,5% al año), aquí se sienten muy cómodos". La tasa cambiaria más baja favorece una inflación baja, y refuerza las expectativas de que se acelere la reducción de las tasas de interés.

Pero la nueva cotización del real causó preocupación en el sector agroempresarial, que se basa en exportaciones que se están haciendo cada día más caras para los compradores extranjeros. Un dólar más débil significa que los agricultores encaran mayores dificultades para pagar sus deudas y productos a proveedores de fertilizantes para la cosecha 2007-2008.

El propio ministro de Hacienda, Guido Mantega, había proclamado que "tenemos que impedir que haya una sobrevalorización" de la divisa local.

Sin embargo, el presidente Lula da Silva garantizó ayer el cambio flotante . "El cambio continuará siendo fluctuante y se ajustará (...) en la medida en que comencemos a importar más bienes de capital, en la medida en que comencemos a reducir la tasa de interés", afirmó.

Advirtió que ya el gobierno hacía su parte al elevar tarifas y aranceles, al máximo de 35% permitido por la OMC, para proteger a sectores que pierden competitividad por el fortalecimiento de la moneda, como el textil, y la competencia desde China. "Ahora, no hay un milagro...un pase mágico y decir 'ese va a ser la tasa de cambio para tal sector''', dijo. El gobierno también busca mantener el equilibrio reduciendo las tasas de interés y aumentando las reservas internacionales, más de 120.000 millones de dólares, pero reconoció que "eso aún no resuelve el problema".

En 2007, el dólar acumula una desvalorización del 7,25%. En 2002, se necesitaban casi cuatro reales para adquirir un dólar.