Martes 15 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 17 > Municipales
Los perros callejeros tienen a maltraer a los zapalinos

ZAPALA (AZ).- El problema de los perros vagabundos parece no tener solución en esta ciudad. Los casos de mordeduras se multiplicaron en los últimos meses y la población canina está fuera de control más allá de la campaña de esterilización que lanzó el municipio.

El propio intendente en uso de licencia, Raúl Podestá, reconoció que existe "un vacío legal" e instó al Concejo para tratar en forma urgente una nueva ordenanza que permita regular efectivamente la cantidad de animales en Zapala.

Desde el Deliberante, en tanto, se respondió que "no hubo voluntad política" de parte del Ejecutivo para trabajar el tema. El edil Oreste González responsabilizó al municipio por la "falta de inversión" en este área.

"Lamentablemente tenemos un vacío legal porque para nosotros la ordenanza que establece un municipio no eutanásico está vetada pero el Deliberante tiene otra postura", sostuvo ayer Podestá.

El jefe comunal zapalino se pronunció a favor de un "debate serio" y adelantó que en la actuales condiciones que presenta la población canina "es fundamental trabajar sobre el control de los canes".

"Tenemos que elaborar un programa que nos permita reducir la cantidad de canes para luego implementar el sistema de municipio no eutanásico", sostuvo.

En la vereda de enfrente, González no ahorró críticas para el Ejecutivo a quien acusó de "no querer resolver el problema".

"El año pasado el municipio salió a anunciar que invertiría en la construcción de caniles cosa que nunca cumplió", disparó el legislador zapalino.

Además, destacó que "aquí estamos frente a un evidente caso de irresponsabilidad porque para trabajar sobre este tema no se necesitan ordenanzas, solo alcanza con tener voluntad pero es lo que le falta al gobierno municipal".

También citó la gran cantidad de comunicaciones que se enviaron desde el Deliberante al Ejecutivo reclamando respuestas frente al avance sostenido de la población canina.

A todo esto, las quejas de los vecinos van en aumento. La presencia de verdaderas jaurías en pleno centro son moneda corriente y en más de una oportunidad protagonizaron ataques contra menores que, de milagro, no terminaron en tragedia.

En este contexto, la puesta en marcha del quirófano móvil que recorre los barrios esterilizando animales tampoco resultó eficaz para frenar la proliferación canina en Zapala.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí