Martes 15 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 44 > Cultura y Espectaculos
El poder de las mujeres, en el escenario

VIEDMA(AV).-El rol de las mujeres a lo largo de la historia es increíble. En todo tiempo y lugar, sin importar la cultura y el contexto, su presencia y su labor han sido imprescindibles. A manera de ejemplo, de metáfora si se quiere, no basta sino observar la última foto que recibió el premio Pulitzer del 2007. La imagen, capturada por Oded Balilty, recoge la solitaria resistencia de una mujer durante un desalojo de colonos israelíes.

La obra "Lysistrata", presentada este sábado y domingo pasados en el Centro Municipal de Cultura, retoma con mucho humor y sensualidad, el rol de la mujer ante situaciones que tocan hondamente a la humanidad. En este caso la guerra.

Para quienes no recuerdan, Lysistrata narra la historia sobre cómo las mujeres de Grecia detuvieron la guerra que durante siete años se llevó la tranquilidad de sus vidas y la presencia de los hombres, quienes sólo tenían tiempo para guerrear. El recurso empleado fue la negación absoluta de contacto sexual en tanto no se firmara la paz.

Javier Salas adaptó y dirigió esta versión de la obra de Aristófanes, que contó con la participación de actores que forman parte del taller de actuación de adultos que él desarrolla en Patagones. Muchos de los participantes llevan cuatro años dentro del taller. En entrevista a "Río Negro", el director explicó el trasfondo de una entretenida comedia.

-¿Porqué Aristófanes?

-Lo que tiene de interesante este autor es que contaba lo mismo que contaban los otros autores griegos, como los trágicos, pero él lo contaba un poco como burlándose. Desde la comedia satírica criticaba y lograba un efecto mayor en el público. Hacía una catarsis de las cosas que estaban pasando en Grecia, como por ejemplo esta guerra que había durado muchos años. Ante todo por que nos parecía que el mensaje tenía que ver con estos momentos que les toca pasar al mundo. Hay guerra en todos lados y las mujeres han tomado el rol de los hombres, negándose, intentando meterse en política para luchar en contra de la guerra y otras cuestiones".

-La obra encierra una interesante postura, ¿cómo lo ven ustedes?

-Para nosotros, poder decir no a ciertas cuestiones, como en este caso la guerra, es sumarnos al pedido que hacen muchos y que lamentablemente no tiene nada que ver con lo que hacen los gobernantes. No pretendemos llevar una bandera ideológica y chocarnos contra un muro, sino que decimos: hagamos arte, pero a su vez contemos una historia con personajes con los que el público se sienta identificado.

El plan de trabajo para el grupo de teatro incluye buscar en lo futuro, espacios alternativos en donde montar la obra. Tal vez el estadio de un club o algo parecido. Hay una invitación para ir a San Antonio Oeste y también para presentarla en la línea que lleva desde Patagones hasta Pedro Luro.

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