Ellos no esperan transformarse, a fuerza de cámaras, en personas famosas. A su modo, ya lo son.

Ellos apenas aportarán otro condimento al reality que ya parece haberse convertido en el fenómeno de 2007. En todo caso, la nueva edición de "Gran Hermano", que esta vez lleva el subtítulo de "Famosos", comenzó anteanoche con el pie derecho, nuevamente en Telefé, y nuevamente con Jorge Rial como conductor.

Efectivamente, en la noche del domingo, la nueva versión del ciclo que produce Endemol, y que aquí se ve por Canal 7 de Neuquén, le hizo perder su hegemonía a "Fútbol de primera" y marcó un nuevo récord: con 35,2 puntos de rating, según Ibope, no sólo fue lo más visto sino que incluso midió más que el comienzo de "Gran Hermano 2007", en enero.

Los nuevos habitantes de la casa son Jorge "Roña" Castro, Amalia Granata, José María "Pachu" Peña, Dolores Moreno, Hernán Caire, Lissa Vera, Luis Vadalá, Jacqueline Dutra, Carlos Nair Meza, Mariana Otero, Nino Dolce, María Fernanda Neil, Pablo Tamagnini y Cinthia Fernández.

Los condimentos de esos nombres medianamente conocidos son suficientes como para que el escándalo se alimente: está la supuesta novia por unas horas de Robbie Williams, un conductor de Playboy, la ex mujer de Martín Palermo (que dijo: "Entro a la casa porque quiero limpiar mi imagen, quiero aprender a valorarme, quiero quitarme la timidez..."), una actriz que sabe escandalizar ("Voy a tener que climatizar la pileta con mi calor interno") y dos ex ShowMatch.

Aunque hace apenas una semana terminó la edición anterior, la casa ya tiene novedades: un jacuzzi en el jardín, un sauna vidriado y una ducha escocesa. Todos elementos que claramente apuntan a hacer trepar el rating aún más. Si es que es posible.

La primera en entrar fue Granata. Pero Rial aprovechó a Peña y a Caire para hablar de fútbol y pelearle a su rival de la noche los pocos puntos de rating que le dejaba disponibles. Ganó: el futbol se llevó apenas 13 puntos, contra los 35,2 que hizo él. Luego fue el turno de Dutra, que fue la única que ingresó llorando a la casa después de una difícil despedida con dos de sus hijos. Después de 150 minutos de emisión sin cortes publicitarios, Rial saludó a los jugadores ya instalados y se despidió con la sentencia "el show está servido". Toda una definición para un programa que ya parece tan rendidor que difícilmente la programación pueda desprenderse de él. Al menos este año.