Domingo 13 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 32 y 33 > Internacionales
El Papa cargó contra los narcotraficantes
Ayer visitó un centro de rehabilitación de adictos. Hoy abrirá un encuentro de obispos en Aparecida.

El Papa condenó ayer a los narcotraficantes y dijo que deberán rendirles cuentas a Dios por el daño que están causando a jóvenes y adultos en América Latina, con cuyos obispos mantuvo su primer encuentro.

Al visitar el centro católico de recuperación de adictos Hacienda de la Esperanza, el Papa equiparó el narcotráfico a los abusos contra los "pequeñitos" con una alusión a un pasaje evangélico utilizado por la Iglesia para referirse a la paidofilia.

La visita precedió un almuerzo con la presidencia de la Asamblea de la Conferencia de Obispos de América Latina y el Caribe (Celam), que el pontífice instalará hoy en el Santuario de la ciudad de Aparecida, en el interior de Sao Paulo (ver infograma).

"Digo a los que comercializan droga que piensen en el mal que están provocándoles a una multitud de jóvenes y adultos de todos los segmentos de la sociedad: Dios se los va a cobrar", dijo en Hacienda de la Esperanza, ubicada entre las sierras de Guaratinguetá, en el estado de Sao Paulo. "La dignidad humana no puede ser pisoteada de esta manera. El mal provocado recibe la misma reprobación hecha por Jesús a los que escandalizaban a los 'pequeñitos', los preferidos de Dios", añadió.

Su discurso fue presenciado por unas 7.000 personas, entre ellas unas 2.000 rehabilitadas en esa finca de 250 hectáreas. La institución fue creada allí por el sacerdote alemán Hans Stapel en 1983 y hoy tiene filiales en Alemania, Filipinas, México, Paraguay, Argentina, Guatemala, Rusia y Mozambique.

En su visita, el Papa donó 100.000 dólares a la Hacienda, dijeron fuentes del Vaticano. En Guaratinguetá, Hacienda de la Esperanza acoge actualmente unos 200 adictos que se someten a un tratamiento que excluye el uso de medicinas y se basa en labores en el campo, oraciones y meditación.

El acto fue el evento en que Benedicto se mostró más cercano a la gente.

Rumbo a su automóvil, se detuvo para sacarse fotos con jóvenes. Sentado en un trono de madera fabricado en la propia Hacienda, presenció un breve espectáculo de canciones y danzas y los testimonios de los rehabilitados y se levantaba y abrazaba a quienes acababan de contar su historia.

Desde su llegada a Sao Paulo el miércoles, el Papa hizo hincapié en marcar a los jóvenes que no se aparten de los caminos de comportamiento acordes con el catolicismo. Criticó reiteradamente el "hedonismo" y el "relativismo" de los valores e insistió en que cultiven las normas católicas de castidad y virginidad. Al concluir el acto, regresó a Aparecida, para almorzar con los obispos de la Celam.

En un encuentro el viernes con obispos brasileños en Sao Paulo, Benedicto XVI alertó contra el avance de cultos evangélicos y llamó a ayudar a los pobres y necesitados con el "pan material" y el socorro a sus "necesidades más urgentes", aunque sin adherir a la Teología de la Liberación.

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