Esta tarde, Boca comienza a transitar la difícil encrucijada de intentar mantener el protagonismo simultáneo en dos torneos. El miércoles eliminó a Vélez de la Copa y este jueves jugará la ida de cuartos de final ante Libertad de Paraguay. Pero antes está Arsenal, que irá de visita a La Bombonera.

El Clausura encuentra a Boca en el segundo lugar y expectante de una derrota del líder San Lorenzo. Es que el "xeneize" está a sólo tres puntos del "azulgrana", que dos horas antes jugará el clásico con River.

El equipo de Miguel Russo saldrá a la cancha sabiendo si los tres puntos le alcanzarán para alcanzar al puntero. Por las dudas, lo hará con la mayoría de sus titulares, aún cuando cuatro días después tenga un nuevo compromiso copero. Toda una encrucijada.

Casi todos adentro

Russo nunca estuvo muy convencido sobre qué hacer, si rotar a sus mejores jugadores o no. Tras asegurarse la continuidad en la Copa, los titulares le pidieron jugar, especialmente Juan Román Riquelme.

J. R. es el cerebro del fútbol de Boca y cada vez que salió el equipo se cayó. Román sabe que un doblete es posible y no quiere dar ninguna ventaja. Por ahora, siente que tiene cuerda para seguir en los dos frentes y no piensa dejar su lugar para un descanso. Y Russo le hizo caso.