BUENOS AIRES (DyN) - El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías porteñas, Alberto Williams, estimó ayer que la baja en los precios de la carne demorará "20 ó 30 días", en tanto que el número dos de la Federación Agraria Argentina (FAA), Ulises Forte, advirtió que "sinceramiento no significa aumento" del producto al público.
"En 20 ó 30 días tenemos la carne más barata", afirmó Williams a radio Continental, aunque condicionó esa posibilidad a que el acuerdo firmado con el Gobierno lo "cumplan todos" los integrantes de la cadena productiva.
El dirigente empresario evaluó que la baja se puede dar si "el mercado con 10 mil cabezas diarias, en algún momento (se planta) en los 3 pesos ó 3,20 el precio del ganado en pie".
"Habrá que esperar a ver qué pasa esta semana porque hay que ver si estos señores que estuvieron vendiendo hasta ayer a cuatro pesos lo van a bajar", remarcó Williams, quien puntualizó que "los proveedores nos informaron que hasta ayer, repito, hasta ayer (por el viernes), se estaba pagando a cuatro pesos".
A su criterio, "el control tiene que estar en todos lados, sobre todo si hay un precio que en el Mercado de Liniers no se respeta".
"Si todos cumplen, el precio de la carne en los mostradores no tiene que subir", afirmó Williams.
Por su parte, Forte subrayó que "los productores ganaderos no somos formadores de precios".
Sostuvo que "si alguien aumenta los valores que paga por la carne el consumidor en estos días, amparándose en el acuerdo firmado, será porque la corporación minorista se aprovecha de esta coyuntura para quedarse una vez más con una mayor porción de renta y volver a engañar a la gente".
"A pocas horas de firmarse el consenso, ayer ingresaron más de 6.000 cabezas a Liniers, lo que indica que los productores estamos cumpliendo con el acuerdo", remarcó el dirigente de la Federación Agraria.
Opinó que "el paso dado tendiente a recuperar la transparencia en la comercialización es una señal de confianza para que vuelva a haber una referencia para la venta de ganado".
"Con el acuerdo se empezó, al menos, a sincerar los precios que percibe el productor. Pero ninguna solución podrá llevarse adelante si logran su cometido aquellos malintencionados que están haciendo circular rumores que hablan de aumentos en las góndolas por la firma del acuerdo", remarcó Forte.
Consideró que "sin dudas, este acuerdo está muy lejos de ser la solución estructural que necesita la Argentina para salir de la crisis ganadera, a la que se llegó porque muchos productores se vieron obligados a liquidar planteles, vender vaquillonas preñadas, o pasarse a hacer agricultura ante la falta de políticas previsibles para el sector".