El mensaje ortodoxo que trajo el papa Benedicto XVI en su primera visita pastoral a América Latina no logró convencer a los católicos brasileños que dentro o fuera de la Iglesia luchan por cambios en la rígida doctrina del Vaticano.
La disidencia en el seno de la Iglesia era ayer evidente en la ciudad santuario de Aparecida do Norte, donde cientos de representantes de movimientos de base de la Iglesia católica se dieron cita para defender una actuación eclesial volcada hacia los más pobres.
Los seminarios y debates se realizan cerca de la Catedral Basílica, donde el pontífice inaugurará hoy la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe, destinados precisamente a intentar influir los rumbos de la reunión, que definirá las directrices para la actuación de la Iglesia en la región en los próximos años.
"En el pasado, en las Conferencias de Puebla y Medellín, la Iglesia debatió temas más fuertemente vinculados a los pobres y a la juventud. Después, la Iglesia marchó hacia un oficialismo de carácter centroeuropeo, y no hacia Brasil y los pobres", dijo el sacerdote Antonio Naves, de la Comisión Pastoral de la Tierra.
Según el religioso brasileño, los participantes de los debates quieren que la V Conferencia "utilice ese mismo método de caminar hacia los pobres, los sin tierra, hacia los desheredados de la vida".
"Espero que el Espíritu Santo inspire a los participantes de la V Conferencia, y que ellos puedan reflexionar sobre los problemas reales del pueblo, lo que es la misión números uno, dos y tres de la Iglesia", agregó.
En los debates y seminarios, que se desarrollarán bajo la consigna "Pueblo de Dios con Jesucristo Liberador rumbo a Aparecida, vida plena para todas las criaturas", en una "Tienda de los Mártires", levantada cerca de la Basílica, participan religiosos y laicos que, como Naves, son simpatizantes de la Teología de la Liberación, duramente combatida por el Papa.
El viernes, en un discurso ante los miembros de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) interpretado como un anticipo de lo que dirá mañana en la inauguración de la V Conferencia, el pontífice fustigó a los religiosos que dan "preferencia a las cuestiones ideológicas y políticas, incluso partidarias". "No basta con observar la realidad a partir de la fe personal: es necesario trabajar con el Evangelio en las manos y basados en la correcta herencia de la Tradición Apostólica, sin interpretaciones movidas por ideologías racionalistas", enfatizó.
(DPA)