BAGDAD (AP).- Siete soldados estadounidenses y un intérprete del ejército iraquí fueron atacados ayer durante un patrullaje en un fuerte insurgente al sur de Bagdad; cinco de ellos murieron y tres desaparecieron, dijeron los militares.
El alto mando se negó a especificar si el intérprete iraquí figuraba entre los muertos, por razones de seguridad.
Las fuerzas buscaban a los tres desaparecidos con la ayuda de aviones no tripulados, cazas de combate y mediante el establecimiento de controles carreteros en la zona, según la declaración. Además, los soldados solicitaron información a los líderes locales.
El ataque ocurrió a las 4:44 de la madrugada de ayer a unos 20 kilómetros (12 millas) al oeste de Mahmoudiya, dijo el alto mando, y agregó que las unidades cercanas escucharon explosiones y un avión no tripulado observó 15 minutos después dos vehículos envueltos en llamas.
Mahmoudiya es un reducto sunnita ubicado a unos 32 kilómetros (20 millas) al sur de Bagdad.
Los soldados que llegaron después, encontraron a cinco colegas muertos. Los otros tres miembros de la patrulla
estaban desaparecidos, según el comunicado del mayor general William Caldwell, principal portavoz militar estadounidense en Irak.
"Una cosa es segura: nunca dejaremos de buscar a nuestros soldados hasta que su situación sea definitivamente determinada, y seguimos rezando porque regresen sanos y salvos", indicó Caldwell.
Un mando del ejército iraquí, que pidió guardar el anonimato por no estar autorizado a facilitar la información, indicó que las fuerzas conjuntas de Estados Unidos e Irak realizan registros casa por casa y agregó que todas las vías de acceso a Mahmoudiya han sido clausuradas.
El ataque sucedió casi un año después que dos soldados estadounidenses desaparecieron tras un ataque del 16 de junio en la misma zona.
Sus cadáveres aparecieron varios días después atados entre sí, con una bomba entre las piernas de una de las víctimas.
El 12 de marzo de 2006, la policía iraquí dijo que fue allanada una casa en Mahmoudiya. Los intrusos mataron a tiros al padre, la madre y dos hijas menores. La hija mayor, Abeer Qassim al-Janabi, de 14 años, fue violado y luego le prendieron fuego.
En un principio la matanza fue considerada otra de insurgentes, pero cinco soldados estadounidenses fueron acusados posteriormente en el ataque. Tres de ellos se declararon culpables y fueron condenados en relación con el caso.
Los otros dos aguardan a ser juzgados en Estados Unidos.
Durante la guerra de Irak, otros dos soldados estadounidenses siguen desaparecidos en combate, uno desde abril del 2004 y otro secuestrado cuando visitaba a su esposa iraquí el 23 de octubre en Bagdad.