Está claro que, frente al aumento salarial del 20% para todos los trabajadores del país, el resto de los empleados públicos solicita el mismo tratamiento. Así lo aseguraron los distintos gremios estatales, que se manifestaron totalmente de acuerdo con las nuevas resoluciones dadas a conocer por el Ministerio de Trabajo de la Nación en la materia.
Tomando el gasto medio mensual como indicador del salario promedio de las diferentes jurisdicciones y aplicando un incremento del 20% sobre el mismo, se obtiene un incremento del gasto en personal de aproximadamente 11.000 millones de pesos para el conjunto de provincias y la Ciudad de Buenos Aires. El proceso de deterioro fiscal en el cual se halla inmersa la mayoría de las provincias haría prácticamente inviable un aumento de tal magnitud.
No obstante, una vez otorgados incrementos, a nivel nacional, a uno de los sectores de la administración pública (en este caso, un 24% para el sector educativo y se evalúa un porcentaje similar para el resto) y habiendo acordado las subas que se publicitan para los trabajadores del sector privado, será muy difícil que esto no se refleje en el resto de las provincias. Todo lo que se sume a los gastos corrientes, a partir de este año, pasará a engrosar en forma lineal el déficit fiscal provincial.
Es que, si bien a partir del 2003 las provincias habían podido revertir su déficit estructural preconvertibilidad, el incremento incesante del gasto en los últimos tres años llevó a que el cierre del 2006 mostrara un precario equilibrio en el consolidado de los distritos. Para este año, sin los aumentos ya otorgados a los docentes, las proyecciones sobre las cuentas provinciales vuelven a estar en rojo. Algunos pronostican que será de 6.600 millones de pesos.