Miércoles 09 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 30 > Policiales y Judiciales
Absolvieron a un contador juzgado por amenazas
Lo acusaban de haber esgrimido un arma de fuego en Viedma. Las víctimas habrían sido un grupo de alumnos y dos docentes. Para el juez Carlos Reussi, las pruebas no fueron suficientes.

VIEDMA (AV).- Fue absuelto el contador viedmense que fue denunciado por amenazar con un arma de fuego a un grupo de alumnos y docentes.

El hecho investigado ocurrió a primera hora de la tarde del 26 de noviembre de 2005, cuando Sergio Bretavizki habría amenazado presuntamente con un arma de fuego a unos menores que se encontraban jugando en una casona abandonada en la costanera viedmense que linda con la vivienda del contador. El grupo de chicos se había cruzado hasta el lugar desprendiéndose del resto, lo que motivó que dos docentes fueran en su busca.

Las dos maestras que presentaron la denuncia sostuvieron que el hombre las apuntó con el arma, previo movimientos como que la estaba cargando. El hecho tuvo una gran repercusión por haber niños en el medio. La querella evalúa presentar un recurso de casación contra la sentencia. El imputado negó haber accionado un arma de fuego pero admitió haber esgrimido una barral de metal en su declaración durante la investigación de esta causa.

Para el juez subrogante en lo Correccional, Carlos Reussi, las pruebas reunidas en el debate no fueron suficientes para determinar "con claridad y precisión" la actividad realizada por el imputado, y en este sentido interpretó que existe en la acusación, conjeturas e indicios que le generaron "duda sobre el verdadero acontecer".

Agregó que el hecho, tal como fue expuesto en el juicio, "sólo cuenta con el aval probatorio de dos testimonios que, además, provienen de las víctimas del ilícito".

Reussi consideró insuficientes los testimonios aportados por las docentes Mónica Celis y Sandra Maureira para fundar un pronunciamiento de cargo y puntualizó que frente a la necesidad de dictar un fallo definitivo, "los elementos arrimados no contienen en sí la convicción necesaria como para fundar debidamente una condena".

También ponderó que ambas testigos se sienten y consideran víctimas del hecho "e incluso acreedoras del imputado por mérito a la causa generadora de este proceso, lo que hace necesario que sus términos sean apuntaladas por constancias independientes de fuerza tal que avalen su contenido".

Destacó que el arma presuntamente utilizada por Bretaviszki no fue secuestrada como tampoco presentada una nómina de los jóvenes participantes en la actividad recreativa ni sus declaraciones, "la que no fue practicada oficiosamente en la instrucción ni ofrecida en la etapa oportuna por la acusación como elemento, que de contarse, podría importar algún grado de convencimiento sobre la realidad de los hechos narrados en el requerimiento de elevación".

El juez concluyó en que los dichos de las dos docentes víctimas "no fundan convicción suficiente como para tener por definitivamente probado el hecho, sus alcances y su posible calificación".

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