Ayer al mediodía, una casa del barrio Peumayén quedó destruida por el fuego. La voracidad de las llamas hizo que en un lapso de 15 minutos se consumiera casi por completo. El único habitante de la vivienda justo había salido a trabajar. El siniestro ocurrió a las 14:15. "No sé qué pasó, comí y salí para trabajar un rato antes. No dejé nada abierto, ni el calefón. Nunca dejo nada prendido", dijo el joven. (AVLA)