BUENOS AIRES (DyN).- Los productores nucleados en CARBAP (Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa), la entidad ruralista que impulsó un paro comercial desde el 30 de abril último, ratificaron ayer que continuarán con la protesta y salieron a cuestionar conceptos emanados desde el poder político, respecto de la medida de fuerza.

Asimismo, la escasa cantidad de hacienda que se remitió al Mercado de Liniers volvió a mostrar al ente concentrador como principal tribuna de expresión para el lock out de la entidad más combativa, de las 13 que integran el ruralismo confederado de CRA, que preside Mario Llambías.

Aunque la conducción de CARBAP haya reiterado que "no hay motivos" para que falte carne en góndolas y carnicerías, debido a que las plantas frigoríficas "siguen teniendo buenas reservas en cámaras", operadores de Liniers y representantes del supermercadismo dejaron trascender, durante los remates del día, que la oferta de vacunos "no alcanzará si se mantiene alta la demanda", mientras sigue la protesta.

Asimismo, mientras Llambías, que en nombre de CRA suspendió el diálogo con el Gobierno el 30 de marzo último, mantiene silencio de radio acerca de la protesta de CARBAP, la más extensa protagonizada hasta el momento contra el gobierno del presidente Néstor Kirchner, los ganaderos pampeanos cuestionaron las críticas oficiales referidas a la medida de fuerza.

Así, CARBAP reiteró su firme decisión de proseguir con la protesta y retrucó a las autoridades que calificaron al paro como "irracional". Al respecto, consideraron que mientras algunos funcionarios, que participaron de las negociaciones con otras entidades han tildado a la medida de protesta de "irracional", pareciera que "están olvidando que no es racional firmar un acuerdo de precios, a sabiendas que no podrá cumplirse, ya que los productores no somos formadores de precios".

De ese modo se expresaron los máximos dirigentes de la entidad, que tiene como presidente y vice a Pedro Apaolaza y Martín Garciarena, respectivamente.