LAS LAJAS.- El juez de instrucción Oscar Domínguez sobreseyó parcialmente a los tres sujetos sindicados como líderes del grupo "La Familia".

El tema pasó casi inadvertido incluso para los propios padres de los menores que habían denunciado el caso. Una madre consultada por "Río Negro" aclaró que "no sabía nada" acerca de la resolución judicial pero tampoco se mostró crítica ante el pronunciamiento del magistrado zapalino.

Feliciano Ojeda, Mauricio Pérez y Gabriel Villordo fueron beneficiados por la resolución judicial que los despega de la acusación de corrupción agravada de menores que les había endilgado el ex fiscal, Fernando Rubio.

Solo Ojeda quedó implicado en una causa menor relacionada con las filmaciones impúdicas que realizó sobre los adolescentes lajeños pero en cualquier caso la pena máxima no supera los tres años de prisión.

Resolución. "Considero que los hechos descriptos no encuadran en la figura de corrupción de menores más allá de las connotaciones de tipo moral que han tenido" señaló Domínguez, en un tramo de la resolución hecha pública por la oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia.

El juez destacó que con respecto a las potenciales víctimas, "los informes psicológicos concluyen en que al momento del examen no se evidencian alteraciones psíquicas en curso ni trastornos de la personalidad compatibles con las consecuencias posibles de las acciones ejercidas sobre los mismos".

Por otro lado, remarcó que las pericias informáticas realizadas sobre dos cpu secuestrados al encargado Pérez, concluyen que si bien se detectaron imágenes pornográficas entre la totalidad de archivos, el perito reveló que esto es común en los dispositivos de almacenamiento comercial.

El caso. Ojeda, Pérez y Villordo habían sido señalados como los líderes de una pseudo organización denominada "La Familia" que operaba en esta ciudad a fines de 2005. Sus integrantes eran jóvenes lajeños de ambos sexos reclutados del colegio secundario.

Para ingresar al grupo, los aspirantes debían cumplimentar una serie de prendas que eran supervisadas por los propios líderes que se autoproclamaban "padre, abuelo y tío".

Dentro de las pruebas figuraban hechos como simples como escaparse de la escuela y otros más subidos de tono como posar semidesnudos para una cámara filmadora perteneciente a Ojeda y consumir importantes cantidades de bebidas alcohólicas.

En sus declaraciones los tres se despegaron del accionar del grupo y en todo momento negaron haber sido los instigadores de las prendas que los menores estaban obligados a cumplir para garantizar su incorporación a "La Familia".

El caso salió a la luz en octubre de 2005 como consecuencia de la denuncia de una madre y de inmediato obtuvo gran repercusión en los medios nacionales.

Fuente: (AZ).