Los médicos que operaron hoy al empleado municipal que recibió un balazo en su pie durante una protesta debieron amputarle tres dedos, informaron fuentes del Hospital Regional de Río Gallegos.
El trabajador Miguel Angel Aranda sufrió lesiones graves en su pie tras ser alcanzado por un proyectil y su esposa, dijo a DyN, que debió ser intervenido quirúrgicamente porque tenía "un pie destrozado".
Fuente: DyN