Quince personas sufrieron heridas hoy, dos de ellas de gravedad, cuando la policía reprimió una marcha de trabajadores municipales que intentaron ingresar a esta ciudad con vehículos pesados, mientras el gobierno insistió en que los reclamos responden a cuestiones políticas.

La represión de los trabajadores municipales, que por una denuncia gremial investiga el fiscal Gabriel Giordano, aumentó hoy la tensión en la provincia donde ayer hubo ataques con bombas Molotov y represión de Gendarmería a docentes que protestaban frente a la casa del presidente Néstor Kirchner.

La continuidad de los conflictos generó preocupación a nivel nacional, dado que varios dirigentes opositores se pronunciaron contra la represión y fuentes de la Casa Rosada dijeron a DyN que Kirchner fue informado toda la mañana sobre la situación por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, en base a reportes del jefe de Gendarmería, Héctor Schenone.

El gobierno provincial reiteró hoy en un comunicado que la crisis local obedece a "una disputa política impulsada y encabezada por el intendente (de Río Gallegos), Héctor Roquel". Roquel participó hoy de la protesta municipal en reclamo del pago de fondos extras a la comuna para afrontar un aumento salarial del 15 por ciento a sus trabajadores. La provincia también acusó al jefe de la filial capitalina del gremio SOEM, Pedro Biott, por iniciar los incidentes.

Fuentes médicas del hospital regional de esta ciudad, donde fueron asistidos la mayoría de los heridos, dijeron esta tarde que dos personas quedaron allí internadas por presentar una heridas en un pie y otra lastimaduras en el rostro. La intervención médica al empleado municipal Miguel Angel Aranda, a quien se le amputaron tres dedos de un pie, también generó polémica. Familiares de Aranda dijeron a DyN que tenía "un pie destrozado" y que los médicos intentaban establecer si recibió un balazo de plomo o de goma a corta distancia, porque según testigos al parecer alguien le disparó desde una camioneta de la policía provincial.

Sin embargo, el ministro de Gobierno, Daniel Varizat, dijo que "se ha comprobado que fue visto cuando se clavaba una barreta metálica en el pie para fingir una herida de bala". Varizat, el jefe de Policía, Wilfredo Roque, y el secretario general de la gobernación, Roque Ocampo, ofrecieron hoy una conferencia de prensa ante cuatro medios de comunicación locales para explicar la actuación de la policía para impedir que la marcha con vehículos pesados, como topadoras y camiones, llegara al centro de la ciudad.

El funcionario insistió en que se organizan protestas y medidas de fuerza para "establecer un alto grado de indisciplina social y generar hechos que alteren el orden". Ese plan, según el ministro, busca "generar una renuncia o algún cambio que permita mostrar un gobierno débil o irresoluto que no sólo afecte a la provincia sino a la política del gobierno nacional". Ocampo advirtió que "no debe haber ningún herido más en las manifestaciones" pero sostuvo que "hay que garantizar la seguridad de las personas y de los bienes públicos".

Los docentes, que no acatan la conciliación obligatoria del ministerio de Trabajo, expresaron su preocupación, repudiaron la represión contra los municipales, y volvieron a reunirse hoy con dirigentes estatales para delinear nuevas acciones en el marco de la Mesa de Unión Sindical. El obispo Juan Carlos Romanín, quien fue saludado por los municipales durante la marcha, instó a los trabajadores a "seguir con los reclamos en un clima de paz y diálogo". Trabajadores estatales del hospital regional se plegaron al paro dispuesto por los municipales hasta el viernes, con lo cual ya son tres los gremios que se mantienen inactivos en la provincia.

Fuente: DyN.