Domingo 06 de Mayo de 2007 Edicion impresa pag. 52 y 53 > Deportes
Maneja un "todoterreno" y está muy cerca de la gloria
Manuel Machinea gana el Grupo N-3 y lidera la tracción simple. El cipoleño quedó a un paso de la "consagración mundial".

VILLA CARLOS PAZ (Raúl Bernal, enviado especial) - "Despacio y por el medio", le taladraban los oídos a Manuel Machinea en su equipo y sus allegados después que ganara los dos súper especiales que se disputaron en el comienzo del 27º Rally de la República Argentina. Tenía un gran auto, pero la exigencia que le esperaba por delante en la segunda etapa, y más largando desde tan atrás, metía miedo.

El cipoleño, navegado por Enrique Marongiú, llevó adelante un plan perfecto y terminó haciendo doblete, porque ganó el Grupo N-3 y se metió adelante entre los que terminaron en la tracción simple.

El triunfo en los súper especiales del "Monumental" y el estadio Córdoba fueron una motivación para Machinea, quien aceleró de movida para tantear a los rivales y después impuso un ritmo que le permitió llevarse la victoria.

"Cuidé en los retomes de los primeros tramos y en los lugares más rotos, pero donde había mucho público tuvimos que acelerar porque es algo maravilloso lo de la gente", comentó Machinea cuando depositaba su Peugeot 206 al parque de servicios para que el Millán Servicios Especiales realizara un repaso de un auto que lucía como si no hubiera dejado atrás nueve tremendos tramos de velocidad.

Machinea tenía dos rivales: Alejandro Pratch y Rubén López. El primero sabía que los dos tramos iniciales eran los que menos le gustaban al cipoleño y salió a descontar los casi cuarenta segundos que había perdido con el líder en los súper especiales.

Pratch se paró en el primer tramo, por un problema mecánico. Después, fue el turno de López, quien al quedarse sin frenos en el tramo de enlace camino al segundo especial tumbó su Citroen Xsara.

Afuera sus dos contrincantes, Machinea se planteó el objetivo de ganar la tracción simple y también lo cumplió. Ganó ocho de los nueve tramos, al tiempo que acumulaba diferencias los otros candidatos, sobre todos los de la A-6, se fueron bajando. Sólo cinco en total entre todas las divisiones completaron la exigencia, lo que sirve para valorar aún más el rendimiento del auto preparado por Oscar Millán en su búnker de Cutral Co.

Con sus rivales afuera, Machinea tranquilamente podía haber elegido el súper rally, abandonar para reengancharse en la otra etapa, como suelen hacer unos cuantos en estas pruebas mundialistas tan duras, pero prefirió seguir y se quedó con una festejada victoria en la segunda etapa.

Machinea dio un paso. Es cierto que aún falta una tercera etapa que, según el servicio meteorológico, hasta nieve podría tener en las altas cumbres. Mina Clavero-Giulio Césare y El Cóndor-Copina, dos veces cada uno, aparecen como una exigencia terrible. Si los pasa, en el estadio Córdoba tendrá el premio que vino a buscar en esta apasionante prueba.

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