El candidato conservador a la presidencia francesa, Nicolas Sarkozy, ganó hoy la segunda vuelta de las elecciones con alrededor del 53 por ciento de los votos, mientras que la socialista Ségolène Royal obtuvo alrededor del 47 por ciento, según el Ministerio del Interior, tras el recuento del 75,3 por ciento de los sufragios.

Mientras en la Plaza de la Concordia unos 30.000 seguidores de Sarkozy festejaban su victoria con una "gran fiesta popular" con shows de música, al margen de una manifestación de 5.000 seguidores de la derrotada Ségolène Royal en la Plaza de la Bastilla los opositores del ex ministro del Interior se enfrentaron a las fuerzas del orden, que respondieron con gases lacrimógenos. Sus opositores también se manifestaron con violencia en Lyon, Rennes, Nantes, Lille y Toulouse.

Sarkozy asumirá el cargo en reemplazo de Jacques Chirac el 16 de mayo, el último día del periodo de gobierno de su antecesor, informó el asesor de Sarkozy, François Fillon. Chirac felicitó a su sucesor por la victoria. Lo mismo hicieron el presidente estadounidense George W. Bush, la canciller alemana, Angela Merkel, cuyo país preside actualmente la Unión Europea (UE), el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el primer ministro italiano, Romano Prodi.

En su primer discurso como futuro presidente, Sarkozy agradeció a sus seguidores y habló de su "orgullo indescriptible" por ser francés. Dijo que quería ser el presidente de todos los franceses y devolverles "el orgullo hacia Francia". "Amo a Francia como uno ama a un ser querido", confesó. "Ahora le devolveré a Francia lo que Francia me dio a mí". "El pueblo francés decidió romper con ideas y costumbres del pasado", afirmó, y agregó que él iba a intentar implemetar ese cambio deseado. También dijo respetar a su rival "Ségolène Royal y sus ideas", ya que respetar a Royal significa respetar a millones de franceses que la votaron.

Sarkozy también se mostró "profunda y seriamente" comprometido con la "construcción de Europa". "Toda mi vida fui europeo", señaló. Además, llamó a los socios de la UE a no ser "sordos al enojo de los pueblos", sino escuchar "la voz de los pueblos". También nombró como un "gran sueño" la unidad pacífica del espacio mediterráneo según la imagen de Europa. Sarkozy envió un doble mensaje a Washington. "Estados Unidos puede contar con nuestra amistad", dijo bajo fuertes aplausos de sus seguidores, y agregó que Francia "siempre va a estar al lado" de Estados Unidos. Sin embargo, también recordó a Washington su "obligación" de colocarse a la cabeza en la lucha contra el cambio climático.

Asimismo urgió a los africanos a trabajar junto a él para desarrollar una política de inmigración común para Francia "y una política ambiciosa de desarrollo sostenible". Por su parte, Royal reconoció su derrota y le deseó a su vencedor cumplir con su "misión en el servicio de todos los franceses". Además, se refirió a las elecciones parlamentarias de junio. "Sigan movilizados. Seguiré con ustedes", le dijo a sus seguidores. "Mantengamos la energía de este impresionante movimiento popular", señaló, y agregó que iba a seguir luchando por la "renovación de la democracia" y de la izquierda.

En los próximos días Sarkozy se retirará para conformar su equipo de gobierno. Por la noche sus seguidores disfrutaron de varios conciertos en la Plaza de la Concordia. Anteriormente, en el cuartel central del UMP, se habían reunido el rockero Johnny Hallyday, el actor Jean Reno, el ciclista Richard Virenque, el empresario Arnauld Lagardère y el filósofo André Glucksmann. Sarkozy se hizo presente en la fiesta en la Plaza de la Concordia, al igual que su esposa Cécilia, que no había sido vista durante el día. "Seré el presidente de todos los franceses", le dijo Sarkozy a la multitud.

Dado que Sarkozy se granjeó el enojo de los jóvenes de varios suburbios problemáticos con frases pronunciadas en el pasado, la policía fue desplegada a lo largo del país en una cantidad similar a la prevista para la noche de Año Nuevo o un importante partido del Mundial, informaron fuentes policiales. En 2005, Sarkozy se refirió a los jóvenes de los suburbios más pobres como "basura" y prometió limpiar esos barrios con una máquina de limpieza industrial. Sólo en París y tres regiones suburbanas de la capital se desplegaron el domingo 3.000 policías para prevenir la violencia.

La participación electoral fue alta. Los institutos de sondeo de opinión estimaron que fue de entre un 84 y un 85,5 por ciento. Los resultados dependieron de los votos de los electores del político de centro François Bayrou y el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que en la primera vuelta el 22 de abril perdieron con un 18,6 y un 10,4 por ciento de los sufragios respectivamente. Por la noche, Bayrou anunció la construcción de una "fuerza opositora" a Sarkozy.

El jueves que viene, Bayrou formará el partido "Movimiento Democrático", que se presentará en los 577 distritos electorales en las elecciones parlamentarias de junio. "No ahorraré esfuerzos en construir una fuerza opositora libre, independiente y constructiva, que Francia necesita", aseguró. También los socialistas ansían reorganizar el paisaje partidario. El ex ministro de Economía Dominique Strauss-Kahn anunció una "renovación socialdemócrata". Sarkozy se encontraba desde hace meses por delante de Royal en las encuestas, mientras la socialista intentaba en vano atraer a los electores de Bayrou. Sus resultados en las encuestas empeoraron en los últimos días, después de que Royal no lograra tampoco tras el debate televisivo derrotar a su rival. El presidente de Francia es elegido para un periodo de cinco años. Después de asumir el puesto, Sarkozy implementará rápidamente la formación de un nuevo gobierno. En junio, los franceses realizarán elecciones parlamentarias.

Fuente: DPA