La Hermandad en Nahuel Huapi. Algunos casi míticos personajes que pertenecieron a la masonería atraídos por la Patagonia, merodearon por las región lacustre andina sin llegar al gran lago que desagua sus aguas por el río Limay, como el británico George Chaworth Musters entre 1869 y 1871 o el francés Aurelio Antonio de Tornes, más conocido con el Rey de la Araucanía y Patagonia, como se proclamó en 1860. También eran masones algunos arribados al lago, como el marino argentino Santiago Juan Albarracín que dejó escritos sobre el reconocimiento geográfico del Nahuel y su región o el general Liborio Bernal, que fue adjudicatario de la costa Este del lago hoy zona de Dina Huapi y llevó a cabo combates regionales contra las tribus autóctonas y fue gobernador de Río Negro (1894-1897). El lago quedó bajo jurisdicción del coronel Alvaro Barros entre 1878 a 1882 al crearse la gobernación de la Patagonia y ser su primer gobernador. El primer masón establecido junto al lago fue el marino Adrián del Busto, cuando llegó a Bariloche y desde allí comandó a la Policía Fronteriza de Río Negro. Entre los que visitaron el lago y también fueron comprobadamente masones, estuvo el director de territorios del Ministerio del Interior Isidoro Ruiz Moreno y el más notorio de los extranjeros en esos años, el ex presidente norteamericano Teodoro Roosevelt. Simbólicamente, por nominación de la isla Victorica (luego Victoria) como la designó, tuvo presencia virtual el general Benjamín Victorica, ministro de Guerra y Marina de entonces. Así la bautizó el teniente de la Armada Eduardo O'Connors.

Albarracín masón en Patagones. El marino Santiago Juan Albarracín ya pertenecía a la masonería cuando intervino en las campañas fluviales de Río Negro y sus intentos por remontar el Limay para llegar al lago. No era una casualidad que ingresara en esa hermandad. Según la compilación de Milcíades Lappas, el teniente que llegó a capitán de navío era bisnieto, nieto, hijo y yerno de masones. Ya a los veinte años fue iniciado en la logia Unión y Trabajo el 3 de julio de 1875. Trece años después se incorporó a la logia Obediencia a la Ley Nº 13, y mucho tuvo que ver con la secreta actividad masónica de Carmen de Patagones, la ciudad a las puertas de la Patagonia que más tuvo que con influyentes logias de la región. Los registros lo dan como miembro fundador de la logia Torcuato Tasso Nº 168 de Patagones en 1894, en tiempos de inusitado crecimiento de la ciudad, fenómeno que en parte se atribuye a la acción de francmasones, entre otros factores sociales. En la alborada del siglo XX Albarracín se incorporó sucesivamente en Buenos Aires a otras dos logias y dirigió la "Revista masónica del Rito Azul" cuando era Gran Maestre el almirante Enrique Guillermo Howard, quien tuvo conocida actividad marítima en las costas patagónicas y llegó al grado 33 de la hermandad.

Bernal, gran maestre. "Corazón tengo. Buena voluntad me sobra", dijo el general Liborio Bernal al aceptar ser gran maestre en 1899 de la logia Libres Pensadores Nº 47. Pero el corazón y la voluntad de este militar que fue adjudicatario de las tierras colindantes con el Nahuel Huapi entre los cursos de agua del Ñirihuau y Limay y gobernó por tres años el territorio de Río Negro, cesaron en 1901. Había sido iniciado en la masonería el 19 de junio de 1871 en la logia Unión del Plata Nº 1 e integró otras como Libertad Nº 48 y la ya mencionada que comandó, mallete en mano.

Del Busto, fraterno. El controvertido jefe de la Policía Fronteriza de Río Negro Adrián del Busto, tuvo anteriormente una desafortunada actuación en la marina de guerra donde prestó servicios y alcanzó el grado de alférez de navío. Al frente de la acción represiva contra el bandidaje cordillerano desde el invierno de 1911, debió fijar su sede en San Carlos de Bariloche. Había sido iniciado como masón el 4 de octubre de 1905 en la logia Confraternidad Argentina Nº 2. Murió en 1928 a los 51 años.

FRANCISCO N. JUAREZ

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