BUENOS AIRES- Desde su paso por la presidencia, Eduardo Duhalde no había tenido la presencia pública de estos días y, aunque el "pretexto" sea la presentación del libro "Memorias del Incendio" que cuenta su experiencia en el gobierno de la caótica argentina de comienzos del 2002, es imposible ignorar el peso de su palabra en relación al gobierno de Néstor Kirchner (a favor de quien puso toda su estructura para que llegue a la Casa Rosada y a quien hoy critica).

Relajado, con camisa informal y lejos de las jornadas febriles del hombre de poder, Duhalde se permitió ironizar cuando se lo consultó sobre la distancia que Kirchner quiere tomar respecto de él: "El duhaldismo es la única estructura que tiene el gobierno", dijo al comenzar el diálogo con "Río Negro".

¿Qué piensa de la postura de Kirchner en relación a las próximas elecciones para gobernador de Río Negro, donde se mantiene equidistante entre el peronista Miguel Pichetto y el radical Miguel Saiz?

Yo siempre apoyé a los gobernantes o candidatos del justicialismo. Cuando (Carlos) Menem apoyó en Santa Fe al socialista Héctor Caballero en contra de Jorge Obeid, yo salí a respaldar a este último; incluso apoyé a Kirchner en Santa Cruz contra (Arturo) Puricelli, que quería ir por afuera del partido. Creer que se puede hacer política sin partidos es un error.

Entonces, ¿no está para nada de acuerdo en su alianza con radicales como Saiz?

Si la intención fuera ésa, el presidente va a salir perjudicado, porque estaría "salvando" a un montón de gobernadores radicales lo cual no está mal que después van a volver al radicalismo.

¿Cómo definiría la situación actual del justicialismo?

De una tremenda confusión. Venimos de una década donde incorporamos a la Argentina a la Internacional más retrógrada fundada por (Margaret) Thatcher y Bush padre. El peronismo fue responsable por no tener la capacidad de oponerse a los designios de Menem. Yo con mucho esfuerzo conseguí que el congreso partidario condenara esa incorporación; al peronismo le va a costar rearmarse, pero lo va a lograr.

¿Es de los que cree que hay que normalizar al partido?

No sé si sería conveniente, mejor tal vez dejar pasar el tiempo sin forzar las cosas.

Cuando el peronismo es gobierno, parece que el mandato es que el partido debe alinearse detrás del presidente.

Es absolutamente cierto, lo cual implica una ventaja y una desventaja: lo primero porque permite gobernar y lo segundo porque, cuando el presidente agarra para el lado "de los tomates", van todos para allí.

¿Adhiere a la idea de que el peronismo es el único partido en condiciones de gobernar?

De momento sí, porque el radicalismo en lugar de proyectar dirigentes con experiencia de gobierno en las provincias recurre a abogados de comité. Para gobernar bien hay que tener pasado de gestión.

Sin embargo De la Rúa parece desmentirlo, no fue un mal intendente porteño.

Se trata del único distrito del país en que el jefe de Gobierno puede irse de vacaciones y sigue funcionando dado que tiene ingresos como de país europeo.

¿Qué balance hace sobre el gobierno de Kirchner?

Los modelos exitosos en el mundo siguen dos parámetros esenciales: la defensa de los intereses nacionales (en eso el gobierno saca buena nota) y una simbiosis del sector público con el privado: en eso estamos atrasados. Yo fui el único presidente que asumió con un ministro de Producción a su lado (por Ignacio de Mendiguren), luego conformé un gabinete productivo y, al poco tiempo, detecté todos los nichos productivos que tenía que apoyar. En eso este gobierno ha retrocedido, su primera medida fue sacar esa cartera.

¿No implica más burocracia en lugar de ir al fondo del tema?

Creer que, generada la calidad institucional, la economía se desarrolla por sí sola es un concepto de liberalismo bobo. Brasil tiene cuatro ministerios de la Producción, aquí el último gobierno que tuvo claro cómo desarrollar el país fue el de (Arturo) Frondizi.

Pero usted mismo reconoció que ni Roberto Lavagna aceptó un ministro de la Producción.

Es común que los ministros de Economía quieran manejar todo. De todos modos Lavagna tenía la experiencia de haber sido secretario de Industria de (Raúl) Alfonsín. La señal hay que darla desde el gobierno: cuando yo impuse el Ministerio de la Producción todas las provincias me siguieron.

¿Qué político argentino responde a su modelo de "productivista"?

El que mejor lo entendió fue (Adolfo) Rodríguez Saá quien aprovechó la legislación para San Luis pero la apoyó con un ministerio, también De la Sota... Conozco a los dirigentes de todo el país y los primeros en comprender la cuestión productiva fueron los mendocinos, a los que siguieron Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, San Luis y Río Negro; pero hay provincias como Santa Cruz o La Rioja cuya trayectoria política no estuvo vinculada con la producción.

¿Cree que ésa fue una de las causas del derrumbe del país?

Yo explicaba que un país no podía estar de ajuste en ajuste, abriendo irresponsablemente su economía, cobrando tasas del 20% en dólares a los empresarios. Lo describí el día que asumí.

¿Cómo cree que seguirá la economía?

Este año muy posiblemente en crecimiento, aunque con turbulencias en el futuro por el reacomodamiento de precios y el tema de los subsidios. La única manera de aprovechar la oportunidad es dándole al Estado el imprescindible rol que debe tener.

Igual parece que, cuando la economía anda bien, el éxito electoral está garantizado.

Con estas variables la continuidad del gobierno estaría asegurada, es una ventaja que generalmente tienen los gobiernos en el primer turno. En casi todas las sociedades como la nuestra, sin un fundamento democrático fuerte, mientras la economía anda bien hay un caparazón. Lo propio pasó con Menem, porque la gente teme el salto al vacío.

¿El candidato oficial será...?

Entre pingüinos prefiero a él, por la experiencia.

¿Por qué cree que Kirchner confrontó no sólo con usted sino con diversas instituciones?

Es algo que no entiendo, pero es su personalidad. Lo hace con la Iglesia, con los empresarios. Tiene la concepción de que la historia empezó con él. Algo así pasó con el tema derechos humanos, por lo que un día tuvo que pedirle disculpas a Alfonsín.

¿Qué piensa acerca de la evolución que tuvo la Justicia con el kirchnerismo?

Lo ocurrido con la Corte me parece muy bueno, la integran prestigiosos juristas. Lo que ocurre con el resto de la Justicia, como con el Consejo de la Magistratura, no es bueno.

CLAUDIO RABINOVITCH

CARLOS TORRENGO