Las encuestas lo empinan como favorito para conseguir la reelección, pero el intendente Alberto Icare sigue jaqueado por complicaciones de salud cada vez más recurrentes, que introducen preguntas y más preguntas sobre su futuro político.
Un eventual renunciamiento no es considerado siquiera como hipótesis en en Frente para la Victoria y tampoco quieren alentarlo desde la oposición, para no quedar como "insensibles" y pagar el consecuente costo electoral.
Pero el intendente no está bien y así quedó en evidencia con su última licencia de cinco días, forzada por consejo médico luego de la última recaída en su diabetes, que lo llevó otra vez a terapia intensiva.
Hace un par de meses, al salir de una crisis similar, Icare calificó de "necios" a los que sugerían su incapacidad para gobernar y dijo en ese entonces que, según opinión médica, los sobresaltos serían cada vez menos.
Pero corrido el tiempo esto no fue así. Icare accedió al gobierno el 25 de mayo de 2002 y nadie que haya sido su interlocutor frecuente en estos cinco años puede negar el visible deterioro de sus capacidades. Salvo un puñado de incondicionales, el resto del espectro político de Bariloche entiende que la nueva postulación de Icare es como mínimo un capricho peligroso. Así lo dicen incluso, luego de asegurarse que no haya grabadores, muchos socios suyos del FpV.
Aunque asegure (como lo hizo esta semana) que seguirá esforzándose por Bariloche "hasta el último segundo" de su vida, es un hecho que ya no tiene la vitalidad, la energía ni el manejo de los temas que exhibía cuando asumió el cargo. Aun así, su entorno más cercano se empeña en mostrarlo en condiciones, no sólo de cerrar el ciclo actual sino de anexarle otro de cuatro años.
El secretario de Gobierno, Adolfo Fourés, ha dicho que Icare "aun en muletas" le gana a cualquiera que pretenda hacerle sombra. Y apela a ejemplos elocuentes: "Pablo Verani gobernó con cáncer, el presidente Kirchner también tiene sus dolencias y hasta Napoleón, cuando asoló Europa estaba muy enfermo".
Más crudo fue el ejemplo citado en reserva por otro referente de SUR, quien dio por hecho que Icare está en condiciones de gobernar porque "si Balaguer pudo, también puede él". Joaquín Balaguer fue un ex presidente de la República Dominicana que murió en 2002 a los 95 años, tras cumplir siete períodos en el máximo cargo, que no abandonó aun estando ciego e inválido.
Las facultades menguadas de Icare le impiden profundizar en definiciones sobre sus planes de gestión. En tiempos recientes más de una vez sus secretarios lo desmintieron sin delicadeza alguna. Como cuando anunció en una entrevista por tevé que Arabela Carreras iría como primer concejal por el FpV e instantes después sus segundos llamaron a los medios de prensa para decir que se había confundido y que en realidad la lista sería encabezada por Darío Barriga.
No debería ser tomada a la ligera la insistencia de la médica que atiende al intendente, Andrea Galaverna, en señalar que el estrés es un factor agravante de su enfermedad. ¿Cómo haría en esa situación para gobernar hasta 2011?
Ayuda a echar luz sobre el dilema una definición de Diana Scialpi publicada en "Río Negro" el 27 de agosto pasado. La reconocida socióloga dijo que "un no idóneo en un cargo de alta responsabilidad, además de violación al orden jurídico, es violencia institucional pura, porque no solamente afecta a la salud de los directamente implicados, sino que pervierte los resultados de la gestión pública".
Por si hiciera falta, esta semana el proyecto político del "Beto" sumó otro tropiezo con la nulidad del llamado a elecciones municipales para el 27/5 que dictó la Justicia provincial.
La estrategia de SUR fue la de apostar a esa fecha no sólo para fortalecer las posibilidades de su socio Miguel Pichetto en la provincia, sino también para evitarse incertidumbres sobre el futuro de la salud del intendente.
Si el Superior Tribunal de Justicia confirma la obligación de postergar los comicios, el FpV tendría la ocasión de redefinir, en un soplo de sensatez, sus planes para el municipio.
Desde la UCR especulan que sus rivales no tienen mucho margen de acción porque "sin Icare SUR no existe". Y lo preocupante es que esa definición también es compartida por lo bajo tanto en el PJ como en el Frente Grande.
De haber elecciones en primavera, seguramente la oposición seguramente organizará otro mapa y es probable que lance su candidatura a intendente el abogado Rodolfo Rodrigo, quien se define como "peronista a secas" y no concuerda con el sector liderado por Pichetto y Silvina García Larraburu. En su entorno comenzó a conformarse el frente "Todos por Bariloche".
En definitiva, un escenario nuevo con otros actores y final abierto.
DANIEL MARZAL
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